Tráiganme la cabeza de Quentin Tarantino
Título: Tráiganme la cabeza de Quentin Tarantino
Título Original: (Tráiganme la cabeza de Quentin Tarantino, 2016)
Autor: Julián Herbert
Editorial:
Literatura Random House
Colección: Mapa de las lenguas
Copyright:
© 2016, Julián Herbert
© 2017, Penguin Random House Grupo Editorial, S.A. de C.V., Ciudad de México
© 2018, Penguin Random House Grupo Editorial, S.A.U., Barcelona
Edición: 1ª Edición: Abril 2018ISBN: 9788439734536
Tapa: Blanda
Etiquetas: violencia humor cine sociología cuentos relatos humor negro literatura mexicana recopilatorio de autor recopilación locura absurdo Tarantino
Nº de páginas: 192
Argumento:
Un extraño elenco de personajes puebla las páginas de estos cuentos: un coach de recuerdos personales; un hombre que vomita sobre la madre Teresa de Calcuta; el fantasma de Juan Rulfo paseando por un bar; un artista que se dedica a grabar vídeos de pornografía gonzo; otro artista que descubre entre sus muelas una obra de arte… y un narcotraficante cuyo rostro es idéntico al de Quentin Tarantino.
Todos estos personajes deambulan por sus vidas, y por sus páginas, con contundencia, con una seguridad sorprendente que perfila sus universos, a veces surrealistas, otras veces salvajes, como lo más normal del mundo. Salpicados con un toque de violencia, pero sobre todo con un punto de humor negro, estos cuentos son historias, pero además son un pequeño guiño al mundo del celuloide creado por el doble de un narcotraficante llamado Montaña.
Opinión:
Hay títulos y portadas que llaman la atención. La portada de "Tráiganme la cabeza de Quentin Tarantino" es una de ellas. La editorial ha sabido buscar una imagen que casa a la perfección con dicho título y que, además, hace un guiño al lector. Y es que, acompañando la salpicadura de sangre que tiñe de rojo el cartel de Hollywood, encontramos la mítica imagen de John Travolta y Samuel L. Jackson en Pulp Fiction, pero el rostro de Vincent Vega no es el de Travolta, sino el de William Shakespeare. Y no es algo escogido al azar. Shakespeare y Tarantino aparecen en uno de los relatos en los que el autor demuestra su pasión por el director y por el cine en general.
Julián Herbert nos ofrece, con un lenguaje directo, sin tapujos y lleno de la esencia mexicana que conoce, una especie de retrato literario de los personajes que podrían poblar las películas de Tarantino, pero que también pueblan el imaginario de muchos otros universos, literarios y del celuloide. La comparación con el cine no es gratuita, y es que tanto el ritmo como la atmósfera descrita recuerdan a la sucesión de imágenes que podríamos ver sentados en una butaca. Por supuesto, la palabra escrita permite otra cadencia, otra forma de enfrentarse a lo visual, que el autor sabe trabajar con acierto. Mezcla el absurdo con el humor negro, la locura y la violencia en un cóctel que funciona y que incluso destaca en alguno de los relatos.
Esta forma de utilizar el lenguaje le permite crear unos diálogos con un grado de naturalidad y ritmo impresionante. Esa rapidez visual está presente en todos los relatos, pero resulta llamativa sobre todo en el último, que le da título a la recopilación, porque entre sus páginas encontramos una mezcla de dicho diálogo con reflexiones sobre literatura, cine y narrativa que no le quitan en absoluto peso al cuento, pero que sorprenden.
No sé si Tarantino habrá leído este libro, pero hay que reconocer que el autor ha sabido trasladar al papel parte de la esencia de los relatos del director de cine. Lo interesante es que, además de esa dosis de humor y del paseo por el lado salvaje, encontramos ciertas reflexiones sobre la vida que salpican los relatos con una sutileza mayor que la sangre.
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