Todo el mundo tiene envidia de mi mochila voladora (tiras cómicas)

Opinión:

Las tiras cómicas de los diarios suelen tener un humor, digamos convencional, reconocible. A pesar de usar diversos personajes, localizaciones y situaciones, el tipo de humor que nos presentan es fácilmente reconocido y reconocible por la mayoría de los lectores. Ya sea en la figura de un gato perezoso, en la de un adolescente, un nada convencional vikingo, un niño y su peluche en forma de tigre, una familia y su recién nacido, etc, las situaciones interpretadas por los mismos nos resultan familiares, de ahí que las podamos encarar con humor. Sin embargo, las tiras que nos presenta Tom Gauld no son tan reconocibles a primera vista por el común de los lectores, basándose a veces en referencias y situaciones, así como en personajes, no tan habituales para el lector. Tal vez consciente de esto, el autor expande su humor, y lejos de presentarnos un humor basado en situaciones tal vez trilladas, recurre a conceptos surrealistas, y muchas veces rayanos en el humor absurdo.

Así, su target de potenciales lectores se estrecha un tanto, no siendo, tal vez, del posible gusto de todo el mundo. Sin embargo, los que lo disfruten (entre los que me encuentro), encontrarán en estas tiras una lectura más elaborada, un humor un tanto más llamémosle, sofisticado, basado en referencias literarias, cinematográficas, etc. 

Pero, pese a todo lo anteriormente dicho, igualmente se encontrarán tiras de un humor más convencional, más reconocible por el lector habitual; lo que pasa es que dentro del volumen general, ganan las que tienden más al surrealismo, al absurdo, a las basadas en ciertas referencias que no todo el mundo va a reconocer, por lo que libro será más recomendable a los que gusten de ese tipo de humor que estamos comentando; a mí, concretamente, me encanta, a pesar de que puede que no haya pillado todas y cada una de las referencias existentes en el libro (reconozco que alguna que otra vez, el nivel de absurdo es tal, que incluso a mí me ha sobrepasado).

J. Javier Arnau