Todas putas. Los cuentos gráficos

Opinión:

Se pidió su retirada. Directamente. Censura y petición de dimisión de Eduardo Zaplana, entonces ministro de Trabajo y Asuntos Sociales. Fue un escándalo. Pero ¿qué es más escandaloso, un libro de ficción o que los políticos y medios montaran en torno a este libro de literatura un pollo tan grande que casi prohibieran su venta? Si entendemos que literatura de ficción es FICCIÓN, lo peor fue cómo se lo tomaron políticos y medios, porque en realidad utilizaban como excusa este libro como arma para atacar. Y no hay otra. He leído libros que podrían haberse censurado porque son muchísimo más fuertes que este, como "El diario de un violador", de Evan S. Connell, y no creo que lo conozca mucha gente porque no se hizo una campaña contra él. Sinceramente, si yo ya estaba harta de lo políticamente correcto porque no soporto la hipocresía, este libro me convence aún más de lo que me repugna la falsedad de mucha gente. Es ficción, y aún diría más: "Todas putas" no habla de mujeres libertinas ni promiscuas, ni de putas ni de que se lo merezcan. Habla de hombres. Hombres tan repugnantes que creen que las mujeres son lo que ellos desprecian para, así, tratarlas mal. Hombres desviados que vigilan y violan. Hombres que cazan mujeres como trofeos. En general no es más que un grupo de relatos que habla mal de los hombres, no de ellas. Podría decir que apenas hay uno o dos relatos que hable de ellas como mujeres activas, pero existiendo "50 sombras de Grey" y autobuses de mujeres que van juntas a ver la película al cine ¿de qué me están hablando? No es justo. La ficción es ficción y punto. No he visto que se censure ni se arme tal revuelo por libros donde se viola, asesina o descuartiza a mujeres, y posiblemente es de lo que más haya en el mercado debido a que existe el género negro. Hernán Migoya no se regodea en la violencia contra la mujer, simplemente nos narra algunas historias donde ciertos hombres piensan que ellas se merecen lo que les hacen.

Pero no sólo hay dramas en este volumen, también me he podido reír a carcajadas con un par de relatos (diría que son tres los de humor), como "A por el mirón" o "Un día de mierda", y me consta que no soy la única que se ha reído con él. Porque somos conscientes de que estamos ante un recopilatorio de relatos de FICCIÓN. Peor hubiera sido que nos narraran relatos reales. De hecho diría que estamos rodeados de relatos reales mucho más bárbaros, infinitamente peores, que generalmente acaban en crímenes. Y eso sí es condenable, no este libro.

Hay un drama muy distinto al resto en este volumen digno de ser mencionado por su originalidad titulado "Inseparables", pues en este caso habla de dos siameses hombre y mujer. "Todas putas", en realidad, consigue reunir distintos puntos de vista, variadas formas de leer una historia, utilizando el drama, el humor, e incluso la ciencia ficción. Lo cierto es que si bien algunos relatos me han dejado fría, ha habido otros que hubiera querido leer como los escribió Migoya porque me ha parecido que al no leerlos como las narraciones originales, me estaba perdiendo algo.

Este grupo de relatos gráficos está dibujado por quince autoras, ninguna de ellas especialmente destacable bajo mi punto de vista (de hecho me resultaría más fácil decir que la generalidad es que no me ha gustado a excepción de, quizás, tres tipos de dibujo) pero que son profesionales y han contribuido a darle normalidad a la ficción. Pero estos, ya sabemos, son gustos personales.

Como todos los libros de Dibbuks, lleva su sello en la gran calidad de encuadernación y hojas, y está ilustrado en blanco y negro.

Anika Lillo