Tirano. El rey del Bósforo (Tirano IV)

Opinión:

Con Tyrano. El rey del Bósforo, Christian Cameron entra ya en el meridiano de su saga de novelas ambientadas en la Grecia Clásica. Esta serie, ideada mientras cursaba su doctorado en el Departamento de Lenguas Clásicas de la Universidad de Toronto, en su origen contaba con ocho partes.

En este nuevo capítulo, el autor, sabedor de que ha conseguido reunir en torno a su obra una legión de seguidores, fans de su prosa ágil y su estilo rápido, entra en materia desde el principio sin permitirle un respiro.

Las primeras páginas narran una acción bélica en donde ya deja entrever las nuevas conspiraciones y alianzas que se formarán: los amigos, los enemigos...

Desde luego, no cabe duda de que el autor es un erudito sobre costumbres griegas y que su documentación sobre los aspectos navales y militares es exhaustiva, y constituirá un verdadero placer para los aficionados al tema. Sin embargo, para el lector que busca un rato de entretenimiento puede resultar algo excesivo.

Cameron se distinguió ya desde el primer volumen de esta serie por ser un escritor que sabe plasmar muy bien las emociones masculinas e intercala, casi a la perfección, la narración con los diálogos alternándolos con tal maestría que el lector se siente parte de la obra.

No obstante, esa exhaustividad de la que hace gala en los detalles narrativos a veces se echa en falta en los diálogos cuando da por sentado su comprensión pero falta algo que aclare todo su sentido al lector.

Me ha sorprendido gratamente que no ha echado mano del recurso tan manido en las sagas de introducir dos o tres páginas en los primeros capítulos a modo de resumen de los hechos anteriores para poner en antecedentes a los nuevos lectores.

Cameron ha sabido ir introduciendo la información justa en pequeñas dosis para que los recién llegados comprendan la historia a la perfección.

Aquellos que no dispongan de ninguna formación en la historia clásica griega podrían sentirse abrumados por los ingentes conocimientos del autor deja entre las páginas del libro. Lo cierto es que, aunque abrumadores, sin ellos esta historia no sería lo que es ni tendría la relevancia que tiene.

Con todo ello, Christian Cameron puede sentirse orgulloso de haber publicado este cuarto volumen y llevar ya casi 2.500 páginas de una historia que no solo no aburre si no que mantiene al lector enganchado hasta el final deseando leer más.

Tendremos que esperar al siguiente volumen...

Gemma Nieto