Territorio negro

Opinión:

Ahora que le echo un vistazo al subtítulo, "Crímenes reales del siglo XXI", pienso que todo lo que contiene este libro es muy actual, que todo ha pasado hace muy poco, en los pocos años, aunque haya días que parezcan ya demasiados, de este siglo; son dos décadas que siguen nutriendo las páginas de sucesos con crímenes horrendos, de los cuales aquí aparecen trece y que me temo que todavía dan que hablar en algunas o muchas ocasiones.

Cada uno de los casos está presentado como una crónica periodística que recoge todos los hechos producidos desde el principio hasta su desenlace final, con antecedentes en algunos casos, y que también se ha completado con una dramatización para mostrar los diferentes aspectos relacionados, consistente en la inclusión de diálogos entre las personas implicadas: mayoritariamente los sospechosos junto con los policías que estuvieron al principio que se abrió el caso o luego, más tarde, durante la investigación.

Aunque el libro está firmado al alimón por Manuel Marlasca y Luis Rendueles, en el interior se puede observar que se han repartido los trece casos que han abordado y cada uno se ha hecho cargo personalmente de unos cuantos; en concreto son siete del primero y seis del segundo, tal cual se desprende de las firmas en el índice junto a cada capítulo, que es el único lugar donde está indicado, pues luego, en el desarrollo de cada caso, no hay ninguna indicación al respecto; la verdad es que tampoco me he puesto a buscar diferencias de estilo, no era algo determinante para fijar de alguna manera concreta la atención.

Como no soy asiduo seguidor de las crónicas negras con que nos asaltan a menudo desde los medios de comunicación, lo cierto es que sólo me sonaba Manuel Marlasca, por haberle visto en alguna ocasión por televisión. Tampoco es que los casos me resultasen conocidos; hasta el final sólo ha habido un par de lo que algo me parecía recordar, pero apenas unos datos nebulosos.

Por lo que a mí conocimiento respecta, tampoco los títulos que los autores han puesto a cada caso me han dado ninguna pista, aunque supongo que habrá lectores que pillarán buena parte de las referencias, ya sea del lugar, de un nombre o de la misma frase, del caso concreto que tratan estos trece capítulos: "Una vida en la maleta", "Morir sin piedad", "El asesino que quería ser Jack Nicholson", Un guerrillero en el Camino", La madre de sus hijos", "El demonio paró en Usera", "La sima no tragó a Vanessa", "Las marionetas de Maje", "El síndrome del niño apaleado", "La madrastra de Gabriel", "Muerte de un concejal", "Me gustan los maduritos" y "El asesino que no se confinó".

Tal vez por ese mismo desconocimiento, he leído con interés el desarrollo que han preparado Manuel Marlasca y Luis Rendueles de todos los casos, unas crónicas negras con víctimas de variada condición, sexo y edad. Vale, ya sé que todas las víctimas merecen nuestra compasión, pero hay casos con los que se retuerce el alma, sobre todo cuando se trata de niños.

Tal como me ha parecido, "Territorio negro" es un tremebundo recopilatorio de maldades, alguna sin resolver, que muestra la parte más abominable de la sociedad humana.

Selin