Tal como éramos

Opinión:

"Tal como éramos" está contada en primera persona desde el punto de vista de Sandra, en capítulos cortos que intercalan recuerdos y vivencias del pasado, explicaciones de quiénes son ciertos personajes y su relación con ella... Además, el tono que usa Sílvia Tarragona para narrar me ha resultado un tanto melancólico, lo que, por otro lado, es comprensible y adecuado a la historia. No obstante, todo esto hace que, aunque los capítulos son cortos y la letra tiene un tamaño considerable, tuviera la sensación de que el ritmo es un poco lento. Aparte, son destacables las constantes referencias a la música y a canciones concretas durante todo el libro, así como a películas y a libros, que se integran perfectamente en la narración.

También hay que aclarar que no es una historia romántica: habla de un amor al que se aferra como un náufrago a una tabla en medio del mar, pero lo realmente importante es cómo la protagonista lidia con su situación, sus relaciones familiares y la lealtad entre amigos. Además, trata otros temas como la necesidad de aparentar que hay en ciertos sectores y la superficialidad de ciertas relaciones, cómo las cosas se pueden torcer de la noche a la mañana...

En cuanto a los personajes, son lo que más me ha rechinado en toda la novela. Sandra está arruinada, pero en muchos aspectos no se comporta como una persona pobre; en ciertos puntos lo entiendo por esa necesidad de aparentar en su trabajo, pero en otros me resultó incomprensible su estilo de vida y su falta de acción para buscar alternativas. Su madre me ha parecido egoísta por aferrarse a la casa y aún más por pretender que su hija cargue con todo sin molestarse en mover un dedo. Y Edmond no me gustó en ningún momento: desde la primera escena me resultó maleducado y la típica persona que, por su posición privilegiada, toma lo que quiere sin entregar nada que no sea material. Esta sensación se incrementaba cada vez que aparecía y se me hizo de lo más desagradable en pocos capítulos. Los que sí me gustaron y me parecieron más creíbles fueron los amigos de Sandra, aunque su papel es muy secundario.

En definitiva, me ha parecido una novela entretenida, a pesar de que las cosas avanzan despacio, pero he sido incapaz de conectar con los personajes, que no acabaron de convencerme.

Déborah F. Muñoz