suites imperiales

Opinión:

La idea de retomar a unos personajes y una trama que escribió hace años en principio resulta de lo más atractiva. Un lector, sobre todo si disfrutó de la primera novela, se pregunta: ¿Qué habrá pasado con ellos después de tantos años? El problema, muchas veces, es que no es sólo el personaje ha envejecido. El escritor también lo ha hecho con él.

Y es lo que ha ocurrido con esta novela, que tiene un principio muy prometedor, con un juego entre realidad y ficción (como ya hiciera en “Lunar Park”) en el que Ellis critica con dureza la película que hicieron de “Menos que cero”, traicionando el espíritu original y convirtiéndola en una historia de redención que no existía en la obra escrita. Toda esta primera parte es muy atractiva, así como la pequeña biografía de Clay y los personajes que se resume en estas primeras páginas, toda una vida, tantos años después. En esta parte, a través de su personaje, el escritor trata de rebelarse contra la imagen que los medios de comunicación quieren otorgarle.

El problema es que poco después empieza la novela propiamente dicha, y lo que era un retrato de la nihilista juventud yuppie de los años ochenta en la primera entrega, ahora se convierte en una a ratos aburrida novela negra en la que no llega a interesarnos del todo el destino de unos personajes que han perdido gran parte de su atractivo.

El desencanto sigue ahí. Los diálogos cortos y tajantes, también, así como el ritmo ágil, y esos personajes en busca de la nada. En vez de la juventud angelina y sus excesos, el punto de mira ahora es Hollywood, con sus miserias, con su compra y venta de éxitos a cambio de ciertos sacrificios. Además, se incluyen elementos nuevos que  “actualizan” el discurso, como es la inclusión de teléfonos móviles como forma dominante de comunicación.

Pero ahora Ellis se centra sobre todo en el misterio. Un misterio sobre un hecho que no conocemos, para el que se nos va preparando poco a poco, y en el que de algún modo están relacionados los protagonistas de esta novela. Parece como si a Ellis no le  bastara con retratar las vidas de estos personajes pasados los años. Como si necesitara incluir un elemento de novela negra para hacer más interesante su texto. En mi opinión se equivoca. Los personajes, en especial Clay (y Julian, y Blair) podrían haber dado mucho más de sí, sólo hace falta recordar “Menos que cero”, cuyo argumento podía resumirse en pocas líneas.

Con todo, si te gustó la primera novela, como mínimo despertará tu curiosidad. Y no extraña que ahora dirija sus ataques contra la meca del cine, teniendo en cuenta su fallido proyecto de llevar al cine sus relatos en “Los confidentes”, con guión escrito por el propio autor.

Jorge Borondo