Shinrin Yoku. El arte japonés de los baños de bosque

Opinión:

Héctor García y Francesc Miralles ya nos habían acercado a los beneficios del Ikigai en su anterior libro, y en este, siguiendo el mismo argumento y tratamiento, nos ofrecen los beneficios que aporta el arte de "bañarnos en los bosques", o lo que viene a ser lo mismo el disfrute para la salud de las propiedades de la naturaleza.

Una de las conclusiones que sacaron mientras se documentaban para la elaboración del "método ikigai" fue que vivir rodeados de naturaleza era clave para entender el secreto de su longevidad, y acuciados por la curiosidad se metieron de lleno en esta práctica que comenzó a ser usada en 1983 cuando el director de la Agencia Japonesa de Bosques sugirió que bañarse en el verde proporcionaba beneficios muy poderosos para la salud de aquellos que lo practicaran regularmente.

Antes de que nuestros autores llegaran a las conclusiones que nos traducen en el libro, varios otros autores antiguos practicaban "los baños de bosque", así Gaudí usaba las formas de la naturaleza para construir su magnífica arquitectura e incluso David Thoreau fue el primer autor en exponer los beneficios de practicar esta técnica, cuando se aisló del mundo durante dos años, dos meses y dos días para plasmar su experiencia en "Walden o la vida en los bosques".

Demostrar que la vida en la naturaleza procura al ser humano todo lo que necesita es la auténtica libertad y el conocimiento de sí mismo.

Los celtas, buda (en la práctica de la meditación zen), el escritor John Muir (gracias al cual tenemos la ley de protección del entorno y los parques naturales), todos ellos han podido comprobar los beneficios de la naturaleza y entre sus enseñanzas está las atribuciones que el Shinrin-yoku ofrece.

Un libro que nos muestra la ciencia del Shinrin-Yoku, la filosofía que emplea, la práctica (tanto al aire libre como dentro de casa) y los diez principios fundamentales que podemos obtener en nuestra vida cotidiana.

Otra técnica más japonesa, que no deja de ser lo que, los que amamos la naturaleza, llamamos "ir a desconectar al campo para relajarnos y renovar energías", pero con una manera más técnica de contarlo y con experiencias de personajes tan curiosos como Osho, Thoreau o el mismísimo Hikari Öe (hijo del Premio Nobel Kenzaburö Öe).

Ross Goose