Seis años de mi vida (1939-1945)

Opinión:

Federica Montseny no solo fue una destacada dirigente sindicalista y anarquista sino que, además, fue la primera mujer en convertirse en Ministra durante la Segunda República. Todo ello fue determinante para que, poco antes de acabar la Guerra Civil, tuviese que huir a Francia con su familia. Los seis primeros años que estuvo en el país vecino no fueron fáciles, allí le tocó vivir otra guerra: la Segunda Guerra Mundial.

Federica Montseny era periodista; antes de cumplir los veinte años, por ejemplo, ya escribía artículos para la revista "La Revista Blanca" así como también escribió algunas novelas anarquistas. Estos seis años que marcaron su vida los recopiló en un libro cuya primera edición data de 1978: "Seis años de mi vida (1939-1945)". En marzo de este año, su hija Vida Esgleas Montseny, escribió una carta a la editorial Almuzara ofreciéndoles reeditar este libro. La editorial cordobesa aceptó y, éste, forma parte de una colección titulada La Guerra Civil contada por sus protagonistas.

Como ocurre con otros libros, también éste es uno de los que escapan a la simple clasificación de ser bueno o malo debido a que no se ciñe a sus características. El libro de Federica Montseny tiene un gran valor histórico, es una obra de referencia de primera magnitud a la hora de estudiar las consecuencias de la Guerra Civil, el exilio y los estragos que causó.

La Federica que aparece en él no es la política ni la sindicalista, es la mujer, la madre de familia que se desespera por poner a salvo a sus hijos. Como el resto de las personas que huían de la guerra, no lo tuvo nada fácil. Ella relata con temor cómo, al llegar a la frontera, la familia fue separada, que tenían mucho miedo a los senegaleses que les vigilaban, que vio morir a su madre mientras su padre estaba preso... Todas estas calamidades nos permiten ver a una mujer muy valiente y decidida. Federica Montseny no se acobarda en ningún momento. Sabe que debe mantenerse fuerte si quiere sobrevivir. Pese a todo, mantiene la cabeza siempre fría. Esta templanza la demuestra cuando los alemanes entran en Francia. Leyendo sus palabras, aprecias esta cualidad. Muestra mucho aplomo ante los alemanes incluso cuando es detenida junto a Largo Caballero. Federica Montseny estará presa en la cárcel de Limoges donde conoce a otras presas que le marcan y por las que llega a sentir admiración.

Es una lectura fácil pero, al mismo tiempo, dura debido a las circunstancias que comparte. El valor de su testimonio es muy importante desde el punto histórico. Cuando lo publicó por primera vez, en 1948, no se pudo leer en España así que su valor es doble. Al ser unas memorias el estilo es muy directo, cercano. Federica Montseny muestra sus sentimientos, sus emociones. A mí me ha parecido una lectura muy humana. También es interesante porque no se centra solo en la Guerra Civil, de manos de Federica somos testigos de la ocupación de Francia por parte de los alemanes así de cómo era la vida de los exiliados españoles durante esos años. Es un testimonio vivo y valiente.

Todo ello la hace ser una lectura más que recomendable especialmente si estás estudiando Historia.

Ysabel M.