Seguiré tus pasos

Opinión:

Care Santos retoma a los personajes de "Todo el bien y todo el mal" para ofrecernos una continuación que, en cualquier caso, puede leerse de forma independiente, puesto que esta segunda entrega se centra más en el pasado y en la historia del padre de Reina, solo insinuada en primera novela. De igual modo, en esta se hacen algunas alusiones a sucesos que tuvieron lugar en aquella, pero que en ningún caso entorpecen la comprensión de la trama.

Así pues, la autora nos lleva hasta los tiempos previos a la Guerra Civil, la propia contienda y los años posteriores y cruza dos tramas en momentos diferentes (esos años y la actualidad) de tal manera que enlaza presente y pasado, mostrando las consecuencias de los actos y decisiones (e impulsos) de los personajes. Eso que en la propia vida no es tan fácil de ver pero que es uno de los puntos fuertes de la literatura.

En la trama del pasado conocemos a su padre, José Gené, que murió cuando era muy pequeña y del que guarda un recuerdo difuso. Y digo conocemos porque su historia no es descubierta con todos sus detalles por Reina, pero sí por los lectores, gracias a un narrador en tercera persona omnisciente que nos hace transitar por los sucesos y los pensamientos que llevaron a la relación entre José y Mercedes, su ruptura y su distanciamiento. Y a la muerte de él.

En esta línea temporal, me ha impactado de forma especial el tratamiento que Santos realiza de la guerra, un tema muy frecuente en la literatura, pero al que sabe dar un giro mostrándonos su realidad a través de las cartas que los novios José y Mercedes se envían. En ellas queda constancia (eso sí, a través de la omisión) de los silencios, las censuras, la parte más fea de la guerra que se oculta al otro porque cada uno tiene ya suficiente con lo que carga sobre sus hombros.

En la trama que transcurre en el presente, Reina viaja al pueblo en el que apareció muerto su padre para abrir su tumba. Allí se encuentra con ciertas verdades que no esperaba y con muchas mentiras cuyo significado real tendrá que ir desgranando. Al mismo tiempo, se verá relacionada con una trama que tiene que ver con la caza ilegal y la mafia rusa.

En lo personal, vemos cómo Reina ha crecido y ha cambiado desde aquella jornada que compartimos con ella en "Todo el bien y el mal". Vemos cómo intenta reformar algunos vicios de aquella persona que ya no existe y cómo trata de buscar un nuevo camino en el que la familia ocupe el lugar que le corresponde.

Pero más allá de las tramas y del argumento, lo que más me sigue gustando de Santos es su manera de contar: parece fácil, pero está llena de sensibilidad, de reflexiones, de ganchos lanzados al lector para que piense qué haría en el lugar de un personaje concreto.

Y así nos pone, una vez más, frente a temas vitales para cualquier ser humano: el miedo, el perdón, el amor, la pasión, los sentimientos desbordados, la decepción, la mentira, la infidelidad, la venganza, la huida, la soledad, la capacidad para valerse por uno mismo, la adversidad, el peligro o el valor de la familia.

Así pues, no puedo dejar de recomendar esta bilogía que, como decía, puede leerse por separado pero que junta sabe mucho mejor.

Lidia Casado