riesgo calculado

Opinión:

Quien se sumerja en la lectura de Riesgo calculado después de leer El Ocho, y piense que va a encontrarse con el mismo tipo de narrativa, se equivoca. No quiero decir con eso que la novela que ahora reseñamos sea peor o mejor que El Ocho. No intento hacer ninguna comparación, porque la una y la otra son totalmente diferentes. Aun así, he leído en algún sitio comentarios en los que se dice que la primera novela de Neville, El Ocho, es mucho mejor, cosa totalmente falsa porque la primera novela de la autora es, precisamente, Riesgo calculado.

En efecto, nos hallamos ante la opera prima de Katherine Neville. Una novela que si no pasó desapercibida, nunca tuvo la acogida que tendría la siguiente obra de la autora, la que le dio el espaldarazo definitivo a la fama. En esta novela no encontramos esoterismo, ni sociedades secretas, ni otros misterios que no sean los derivados de ese caballero llamado Don Dinero.
 
Debo decir que me quedé muy sorprendida por el tema; y no sólo por eso, sino por el dominio que tiene la autora sobre el mundo de la banca y sus intrigas. Hasta que me enteré, ignorante de mí, de que Neville había trabajado como asesora de sistemas informáticos durante más de veinte años en diversos sitios, entre ellos la Bolsa de Nueva York y El Banco de América.
 
A partir de ahí, esta primera novela de Katherine Neville se entiende mejor. Es el primer intento narrativo de la autora, y ella se mira a sí misma, parte de su experiencia, para crear una intriga bancaria, si se me permite definirla así, entretenida e interesante.
 
En esta primera novela, Neville apunta estilo. También aquí recorre a saltos de tiempo, como hará en sus novelas posteriores. En este caso se remonta a los inicios de la banca americana y a la historia de los Rostchild. Aunque no dejan de ser unos apuntes interesantes, los he encontrado un poco forzados.
 
Lo más interesante de la novela, a mi parecer, son los dos personajes protagonistas. Dos mentes privilegiadas capaces de los más impensables ingenios, metidas dentro de dos personas que no se permiten amar. Dos seres llamados a completarse, pero llenos de miedo al compromiso.
 
Con estos dos potentes protagonistas, y algún secundario inolvidable, como Lelia, Neville crea una historia sobre finanzas, robos, avaricia, trampas y amor.
 
Os aseguro que es imposible aburrirse con Riesgo calculado. 
  
Núria Pradas Andreu