La luna del cazador

Opinión:

"La luna del cazador" es una novela escrita a cuatro manos por Fernando Alcalá y Geòrgia Costa, que firman la obra con la unión de sus apellidos, Costa Alcalá. Esta es su primera incursión en lo que se califica de novela new adult, pero que debe haberse definido así porque todos los protagonistas van salidos desde la primera escena. Visto así, esto es más bien una novela juvenil con ínfulas de adultez.

Porque lo que son las edades, sobre alguna todavía se puede hacer un cálculo, pues hay un momento que se ofrecen un par de cifras; pero si hay más, no las he pillado, pues podrían estar en los párrafos que me ha saltado. Esa es otra, con cien páginas menos, como mínimo, la historia ganaría en atractivo.

La narración va rotando entre los cinco protagonistas, que va tomando el turno cada cual y contando en primera persona lo que va ocurriendo desde su propio y personal punto de vista. Es así de continuo, de principio a final del libro, ya sean diálogos o descripciones de las escenas que se van sucediendo.

Otro aspecto importante es que, en ese desplazamiento del foco entre los protagonistas, aparece a menudo una forma de expresarse, de marcar el ritmo de la acción, que da la sensación de que todos ellos estuviesen presentes, ahí delante, y que están contando la historia para un auditorio. No es que se pisen la palabra, pero si que puntualizan algunos detalles, sobre los cuales ese protagonista en cuestión tiene una opinión diferente respecto a lo que ha dicho el anterior.

A la vez, todos guardan al principio sus secretos personales o se los miran en su conciencia con unas pinceladas muy difuminadas. Así es que ofrecen una mínima parte de sí mismos, que poco o nada aporta a la composición de conjunto. Incluso, cuando ya ha avanzado bastante la historia, son cuestiones que se quedan un tanto al margen, como si fuesen poco más que circunstanciales, la mera justificación de su presencia en el centro de rehabilitación.

Que el centro también se las trae, pues su seguridad es nula, inexistente por completo, ya que allí se entra y se sale como se quiere, sin ningún control; tanto es así que hay alguien que campa por allí tal cual le viene sin estar inscrito. Y respecto a las normas, sólo se van conociendo las que se salta a cada momento cualquiera de los protagonistas.

Vale que, por otra parte, ocurren cosas que, en un ambiente adecuado y bien desarrollado, serían espeluznantes y sobrecogerían el ánimo del lector, pero, con esos protagonistas, los sucesos toman un cariz bastante descafeinado, como si fuese la aventura urbana que se monta un grupo de amiguetes cualquier fin de semana en un escape room.

Tal como me ha parecido, "La luna del cazador" es una novela que a ratos es entretenida y también que se deja leer; aunque igualmente considero que habrá personas que les resultará muy satisfactoria, sobre todo si se identifican con los protagonistas y sus circunstancias.

Selin