Últimos días en el Puesto del Este

Opinión:

Hace un tiempo -suerte la mía- ví a Cristina Fallarás recitando en petit comité, en un improvisado pequeño teatro poético entre amigos. Descubrí una mujer capaz de desgarrar con la voz, los gestos, la mirada y las palabras. Esa misma Cristina Fallarás está en "Últimos días en el Puesto del Este". 

Esta novela nos habla de cierto Apocalipsis que no tiene clara definición. Se intuyen fanáticos que se han apoderado del mundo, lunáticos asesinos capaces de arrancar cabezas si no se siguen sus normas. Nada está claro, sólo una cosa sabe el lector: salir equivale a perder la vida. En esta situación, la Polaca nos habla del presente y mediante flashbacks nos cuenta su vida anterior, nada que ver una con otra. Mientras ahora, durante el estado de sitio, vivimos con ella el miedo, la soledad, el desamparo y la esperanza (o falta de ella), en su pasado vivimos el lujo, el sexo, la seducción, el glamour, el deseo… Nada que ver una vida con otra. 

Los flashbacks nos llevan a una vida contrapunto de la actualidad, tan brutalmente distinta de su pasado. Lo que no pierde son sus sentimientos, y en ellos se regodea a veces con especial dureza. Mientras tanto la vemos perder prácticamente todo, menos el amor de sus hijos y su propia dignidad. La Polaca es envidiada, sobre ella se cierne la rabia de los otros sitiados, y en su relato ella nos habla con una crudeza desgarradora, tanto si habla del amor del pasado, como si lamenta su situación actual.

La prosa de Cristina Fallarás tiene también un punto poético muy marcado, y este desgarro en sus pensamientos y recuerdos convierte a la novela en una delicatessen especial. Eso sí, no es buena idea leerla muy poco a poco, es mejor involucrarse en ella y leerla casi de tirón. No pasa nada si lo haces un poco día, puedes recordar perfectamente cómo están las cosas, pero sí es cierto que te sientes más integrada en la lectura cuando lees seguidas sus páginas y no las abandonas. He probado ambas cosas, por eso os lo comento.

La novela se convierte, en conjunto, en algo exótico, en sentimiento puro, y quizás sea eso la que la hizo que se llevara el premio de novela corta Ciudad de Barbastro 2011.

Personalmente me han entrado ganas de seguir leyendo a Cristina Fallarás, de conocer otros trabajos suyos.

Anika Lillo