Fantasmagoría. La dama y el diplomático

Opinión:

Si bien me ha gustado "La dama y el diplomático"  yo diría que me gusta muchísimo más la idea de buena colección completa de leyendas urbanas en novela gráfica. En serio, le veo el jugo pero no me llega todo, sin embargo imagino esa colección y se me hace la boca agua.

"La dama y el diplomático" es el primer volumen de la colección Fantasmagoría. El guión es de Frank Palacios, que también es guionista de televisión, radio y cine. La ilustración de Josema Carrasco, basada únicamente en dos colores (tres si el blanco es color, o tres si el negro -o sea, la ausencia de color- lo es también) utiliza el azul en distintas tonalidades para darle vida a una historia de amor y muerte. Azul frío como la lluvia, como el invierno, como la propia muerte. Alguna que otra vez juega con el emborronamiento de una imagen. A pesar de los detalles, es casi minimalista porque se centra mucho más en los personajes y deja el fondo como ambientes que a veces se aprecian pero otras, no.

La historia se remonta al Madrid del siglo XIX y nos movemos por lugares de ambiente de lujo y carruajes. Lo clásico se une al misterio y da lugar a un romance imposible. Con estas premisas Frank Palacios nos cuenta la famosa historia de la chica del baile, que normalmente acaba con una prenda de ropa del chico (por ello existe la versión de "la cazadora en la tumba") o una visita a la casa de la chica donde descubre que esa chica… en fin, ya conocéis la leyenda urbana (y si no podéis descubrir aquí una versión muy madrileña y chic de la época, todo sea dicho ¿por qué digo esto? Porque la podía haber contado de muchas formas -variantes hay muchísimas- o ambientada en muchos lugares donde supuestamente ha sucedido -desde Valencia hasta México-).

Me pregunto si tendré la suerte de ver en Fantasmagoría a la chica de la curva, la mano lamida, la mujer que avisa del accidente donde está su bebé, el demonio en el baile y tantas, tantas otras que enriquecen el folklore mundial. 

Anika Lillo