Entra en mi vida

Opinión:

Si "Entra en mi vida" hubiera llegado en otra época y en los argumentos, promociones y comentarios que se leen por ahí no quedara claro desde el principio que el argumento estaba relacionado con el tema actual de los niños robados, la novela habría tenido más misterio desde el principio. Pero ha sido al revés, todo ha coincidido. Esto hace que la novela tenga un inicio lento dado que los personajes -Verónica y Laura, pues ambas tienen sus propios capítulos contados en primera persona- no saben nada (en todo caso Verónica sospecha) pero a nosotros nos queda claro desde el principio porque todo encaja. Así, media novela discurre lenta, aunque a quienes nos gusta cómo escribe Clara Sánchez no nos aburre, pero sí se nota un cambio radical a partir de que Verónica y Laura toman contacto. A partir de entonces "Entra en mi vida" cobra interés, dan más ganas de leer y ver cómo acaba todo. Quizás lo único que no me encajaba a mí como lectora era que a pesar de la gran diferencia de caracteres entre Laura y Verónica, a la hora de escribir pareciera que siempre escribiera la misma.

En "Entra en mi vida" hay tres misterios en realidad: uno es Laura, el otro quién, cómo y por qué acaba siendo la heredera de una zapatería de lujo, y el tercero por qué Betty, la madre de Verónica, parece abandonar la búsqueda cuando ya la ha localizado. Las tres dudas se despejan en la novela.

Clara Sánchez introduce también una pequeña dosis de peligrosidad en la historia. Es obvio que tratándose de un tema ilegal tenía la posibilidad de hacerlo, y quizás por ello si une esta parte al maremoto de dudas que inunda el cerebro de Laura al conocer que quizá no es hija de su madre, y el desenlace, la segunda parte es mucho más interesante.

Los personajes son totalmente dispares, y eso me ha gustado. Nada tienen que ver unos con otros, ni Betty, ni Daniel, ni Ángel (madre, padre, hermano), ni Verónica, ni sus abuelos (el personaje de Marita es la leche), ni Laura, ni Lilí (abuela), ni Greta (madre), ni Carol (prima), ni Ana (amiga de las madres), ni Mateo o la princesa… Si hay algo de matrícula en esta novela son los personajes: cada uno es de su padre y de su madre. Quizás haya gente a la que no le encaje el cambio de personalidad de Laura cuando descubre que quizá Verónica tenga razón, pero yo lo veo como una rebeldía, como un "voy a dejar de ser lo que vosotras queréis que sea", aunque reconozco que también ha creado mis dudas, pues pasa de la rectitud absoluta a los porros, los conciertos y otros líos con excesiva rapidez y sin dudas.

En cualquier caso es otra novela más de Clara Sánchez que gustará a más gente de la que pueda disgustar. Personalmente me quedo con los personajes más que con la historia, demasiado evidente, con la segunda parte antes que la primera, y con el personaje de Verónica antes que el de Laura, mucho más consecuente.

Aunque no a todo el mundo convenza, en general va a gustar y creo que se va a valorar la novela. 

Anika Lillo