El juego de Ripper

Opinión:

Cuando me enteré de la publicación de esta novela no dudé en solicitar reseñarla, soy una seguidora acérrima de Isabel Allende. Cuantos más datos obtenía sobre ella antes de que llegase a mis manos, más recelos tenía: Se trataba de una novela negra, que es un género que Allende nunca había tocado y temía no encontrar a la Isabel de siempre entre sus páginas. Pero nada más lejos de la realidad.

Prácticamente desde el principio encontramos los tres temas recurrentes en sus novelas: magia, amor y gastronomía. La magia de forma muy velada de la mano de una vidente estrafalaria y en la clínica holística de Indiana, pero ahí está para dejar presente ese realismo mágico que impregna todas las novelas de Allende.

La historia es una burla a las novelas negras "de verdad", ya que quien investiga con verdadero recelos los asesinatos es Amanda, la hija de Bob Martín, el inspector de policía. Es ella quien, a través de su juego de rol online, "Ripper", va descifrando las claves que le llevarán a averiguar quién es el culpable de los asesinatos que están teniendo lugar en San Francisco. Quien espere encontrar una novela negra convencional entre sus páginas, que la lea con otra mentalidad o se llevará una decepción.

Los personajes son todo un acierto: Amanda, la protagonista indiscutible de la novela. Adolescente que vive en un internado y que pasa el tiempo jugando a juegos de rol online, en los que dirige el juego de Ripper. No desistirá hasta que su padre tome en serio sus conclusiones. Indiana, la madre de Amanda, una mujer que vive completamente en las nubes. Incapaz de responsabilizarse de su propia vida, preocupada por sus pacientes de la clínica holística en la que tiene una consulta y de hacer feliz a Amanda cuando está con ella. Enamorada del amor, en un momento dado de la novela se mete en un triángulo amoroso sin comerlo ni beberlo, lo que le causará un gran quebradero de cabeza. Blake, el abuelo de Amanda, que hace el papel de "esbirro" en el juego de rol para hacerla feliz y quien obtiene los datos de los asesinatos del padre de Amanda. Es un hombre encantador y sufridor a la vez, ya que ha tenido que cargar toda su vida no solo con su hija Indiana, que vive en las nubes, sino con Amanda también cuando Indiana se divorció de Blake. Bob Martín, el padre, comisario divorciado, respetado por todos, ligón empedernido, que cuenta con una secretaria que es una crack: Petra Horr, que le hace la vida más fácil con su eficiencia en el trabajo. Keller, uno de los amantes de Indiana, ricachón que la tiene enamorada y que no la trata con el mismo amor con que ella lo trata a él, y Miller, el Navy Seal herido en Afganistán que vive con su perro y que poco a poco acabará ganándose el corazón de Indiana.

Un lugar aparte tienen los compañeros de juego de Amanda en Ripper, inadaptados y enfermos en la vida real que en la vida virtual viven la vida de sus alter egos, haciéndoles sentir felices y pertenecientes a un grupo. Ellos acompañarán a Amanda en su búsqueda del asesino, aportando toques de humor a la trama con algunos de sus comentarios mordaces.

El final del libro deja un sabor agridulce, terminé su lectura entre lágrimas, pero desde luego, deseando leer lo siguiente de esta autora que siempre me hace soñar.

Para finalizar, recomendar su lectura siempre y cuando no se espere encontrar una novela negra al uso, ya que aunque está anunciada como tal y tiene elementos de dicho género, es una novela de personajes, algo que no puede evitar escribir Allende en cada una de sus novelas.

Elena Martínez Blanco