Relatos de terror y misterio

Opinión:

Comienza con un prólogo en el cual leeremos la vida del inolvidable Robert Louis Stevenson. Su infancia siendo un niño enfermizo. Sus padres, la nana, su matrimonio y esa otra vida al otro lado del mundo. Conoceremos desde la agitación interna de "Jekyll y Mr. Hyde", pasando a las aventuras de un niño con piratas en "La isla del tesoro". La moralidad del hombre es un tema que no dejará nunca de lado nunca en toda su obra. Es por eso que su trabajo soporta la prueba del tiempo. Sus aventuras son robustas y divertidas, pero también hay lecciones de valor para todas las edades.

Estas tres historias que se hallan en este libro, en una nueva traducción al castellano, son catalogadas tanto en relatos de terror como en fábulas morales, porque ambas forman parte de la personalidad literaria del autor, al igual que de su maravillosa imaginación. Cuentan que llegaron al autor mientras dormía, fueron según él dulces sueños terroríficos.

"Dr. Jekyll y Mr. Hyde" fue una exploración pionera de la psique humana en el momento  de su publicación. La historia representa el trastorno de la doble personalidad. El autor Robert Louis Stevenson juega con esa dualidad en su historia sobre un afable Dr. Jekyll, y su alter ego Mr. Hyde. Cuando Jekyll bebe un brebaje, este le permite dividir su personalidad entre el bien y el mal. Nos demuestra lo que en verdad existe dentro de cada uno de nosotros. Su historia es una advertencia contra el exceso de pretensión.

"Markheim" es una historia corta pero muy detallada. Lo mejor de todo será el dialogo que tendrá el protagonista con alguien, que aunque no se dice, se supone es el mismísimo diablo. Un corto que parece simple, pero nada más lejos de la realidad, tiene un fondo filosófico con fantasía, una nueva lucha entre el bien y el mal.

El tercer relato, "Olalla". Una historia de amor gótica de una familia de linaje noble que se podría catalogar de vampírica por el ansia hacia la sangre. Es tan aterradora como romántica, repleta de hermosas descripciones, las montañas, el ulular del viento entrando en ese lugar en ruinas... La escena final es inolvidable.

No sé si conoceréis lo que he reseñado, pero algunas obras son sólo visitantes para nosotros. Se quedan una tarde, nos entretienen y se van sin dejar nada atrás. Otros se quedan para toda la vida. Se introducen en nuestras habitaciones traseras y se alojan, influyendo en nuestra vida cotidiana para siempre. Este es uno de esos libros, un autor que pasó al estatus de leyenda, unas obras que leerán otros lectores cuando nosotros ya no estemos.

Violeta Lila