Raúl y la luz azul

Opinión:

Me ha impactado este libro. Creo es muy duro. Necesario, pero duro. Así que creo que hay que trabajarlo muy bien con el lector. Porque habla de temas muy cercanos (la amistad, una primera atracción amorosa, el colegio, la familia, los profesores…) con los que es fácil que se sienta conectado pero trata el del acoso escolar con la máxima crudeza: la de un niño que se queda en coma por culpa del matón de clase.

En coma pero con una suerte de consciencia que le permite ver (en una técnica literaria que recuerda mucho al señor Scrooge) cómo continúa la vida a su alrededor mientras él duerme. Qué le pasa a su madre, al profesor que pudo hacer algo y no llegó a tiempo, a su mejor amiga, a su familia… Y, como comprenderéis, nada es bueno.

El objetivo no es ni victimizar aún más al acosado ni, mucho menos, culpabilizarle a él de lo que le ocurre. Pero Pedro Ramos sí pone el foco en no quedarse callado, en no permitir que el acoso siga teniendo lugar, en enfrentar los problemas y, sobre todo, en confiar en quien te puede ayudar a solucionarlos.

Y, de igual modo, también incide en la necesidad de que todos los actores implicados de alguna manera en el acoso (desde el colegio y los profesores, hasta los amigos y los compañeros) actúen, se comprometan, no se queden callados.

Porque la conclusión es clara: callarse tiene consecuencias. A veces, muy graves. Y nos las podemos ahorrar si todos actuamos, cada uno en su parcela.

A pesar de la dureza de la trama y del enfoque, la historia no está contada ni desde el morbo, ni desde el victimismo, ni desde el sufrimiento gratuito. Más bien intenta transmitir la inocencia de un niño que se ve en esa situación absolutamente desconocida y que se siente culpable del daño que está provocando a su alrededor. Así que el contraste es, para mí, un acierto de Ramos.

Tanto es así, que me parece fácil que la lectura que haga un adulto de esta novela sea bastante diferente de la que haga un niño, por eso hablaba de trabajar la lectura con los posibles lectores, acompañarles, explicarles y dialogar con ellos sobre un tema tan conflictivo y doloroso como este. Y que es tan urgente abordar social y colectivamente.

En definitiva, un libro duro pero necesario, escrito con mucha sensibilidad pero que aborda una cuestión que urge tratar y resolver.

Lidia Casado