Ramsés El maldito. La pasión de Cleopatra

Opinión:

Hacía años que esperaba una continuación de "Ramsés El maldito. La momia" y, no sé si es porque el tiempo hizo crecer mis expectativas demasiado, pero me siento ligeramente decepcionada con "Ramsés El maldito. La pasión de Cleopatra". No ha logrado sorprenderme, ya que tiene una estructura bastante predecible y de alguna manera mi sensación ha sido que, no sé qué, pero he leído algo muy parecido antes. Eso sí, buenas noticias para los que no hayan leído el anterior: se puede leer de forma independiente.

Hay que reconocerle a la novela que tiene buen ritmo y que carece de los ratos aburridos que recuerdo que sufría su predecesora, quizás porque hay varios frentes abiertos y va saltando de unos a otros constantemente, de modo que no hay tiempo para cansarse de una línea narrativa antes de saltar a la siguiente. O quizás porque no se va mucho por las ramas: el estilo de escritura no encaja del todo con el de Anne Rice, lo que me hace pensar que básicamente lo ha escrito Christopher Rice con las ideas que ella tenía sobre cómo continuar "La momia". Eso también explicaría por qué no hay tantísimas divagaciones metafísicas, a las que Anne es tan dada, hasta bien entrada la última parte (que es bastante más cansina). En cualquier caso, es una lectura fluida y capaz de enganchar.

Creo que buena parte del problema viene de los personajes inmortales, que me han parecido insulsos, de desarrollo escaso y no demasiado creíble, poco atormentados y demasiado felices y blanditos (en especial Bektaten). Vale, algo atormentado está Ramsés por lo que le hizo a Cleopatra, pero sus momentos de "qué feliz soy ahora que tengo compañeros inmortales y cómo me gusta el lujoso mundo moderno" predominan sobre su sentimiento de culpabilidad. Y Cleopatra, por su parte, sí que sufre lo suyo, pero ya desde el libro anterior no me caía bien y sus partes se me hicieron pesadas. Además, aunque me gustó su conexión con Sibyl, esta última tampoco me encandiló. Saqnos, por su parte, me pareció un villano sin encanto ni profundidad.

En definitiva, aunque me resultó entretenido, también ha sido una decepción por sus personajes y por su poca originalidad y profundidad.

Déborah F. Muñoz