Puppet

Opinión:

"Puppet" es un libro infantil, para niños a partir de diez años, escrito por David Almond e ilustrado por Lizzy Stewart, publicado por Editorial Bambú y en una edición de tapa dura.

Aunque esté orientado para jóvenes lectores, es una historia que considero también apta para un público adulto, dado el mensaje que transmite.

Con cada nueva historia que leo de David Almond me enamora más con su forma de escribir. Tiene mucho tacto y sentimiento, y una cercanía con el lector que más parece que un amigo nos esté narrando la historia en persona. El vocabulario que usa está adaptado para los niños de la edad en que está destinado, así que no van a tener problema en leerlo solos.

"Puppet" contiene una historia muy entrañable y con la que darse cuenta de los pequeños detalles de la vida.

Silvester es un marionetista retirado al que, cuando se llevan sus últimas marionetas, ya no le queda nada. Deambula solo por casa, hablando con la foto de su difunta esposa. Una noche, la buhardilla a la que lleva años sin subir, "le llama" y decide entrar de nuevo. Allí, comenzará a dar forma a una última marioneta, Puppet. Pero Puppet no es como otras marionetas, comienza a hablar y a andar solo. Un día, Silvester decide salir con Puppet al parque, y allí conocerán a Fleur y Antonia. Con ellas, Silvester revivirá algunos de los momentos del pasado, cuando hacían representaciones de marionetas y volverá a sentir la calidez de la amistad.

"Puppet" contiene un precioso mensaje, y es que no se puede perder la ilusión ni las ganas de vivir, como le ocurre a Silvester al verse solo y sin sus marionetas llenando la casa. A través de Puppet, el autor ha querido representar la soledad de las personas mayores, y esa necesidad que muchas sienten de llenar un vacío, un silencio. Además, demuestra que las personas mayores aún tienen mucho que aportar y que su amistad puede ser un gran tesoro. La relación entre Silvester y Fleur me ha recordado a la que pueden tener un abuelo y su nieta. Me ha parecido muy simbólico cuando la ayuda, y le cede la buhardilla y sus herramientas para que cree su primera marioneta como Puppet, un ciclo se termina pero otro comienza, y siempre hay tiempo para una última representación.

Las ilustraciones a cargo de Lizzy Stewart son en blanco y negro, con unos trazos delicados y que transmiten mucha ternura. Acompañan a la perfección al texto y sirven para que los niños más pequeños se puedan apoyar en ellas para seguir la historia.

Vane Gómez