Pulp

Opinión:

Jorge Borondo

Novela surrealista y paródica, supone al mismo tiempo un homenaje y una caricatura de las novelas negras norteamericanas de kiosco (los llamados "pulps").

En principio, la idea de un detective con las características del típico personaje del viejo Buk resultaba atrayente (Chinaski, alter ego del escritor), pero realmente no es de lo mejor de su bibliografía. Tiene momentos divertidos, frases ingeniosas, pero en conjunto es una historia delirante, muy lejos de sus mejores páginas. Tal vez por alejarse de su propia experiencia, de esa manera de escribir desde las entrañas, y centrarse en una ficción imposible donde tienen cabida mafiosos con nombres de escritores (esos Dante y Fante, de los chistes más graciosos), extraterrestres, búsquedas absurdas, Bukowski en este caso decepciona, más que nada porque cuando lo estás leyendo te preguntas "¿Se está quedando conmigo?". Última novela del escritor, seguro que le sirvió para ganar unos dólares, pues su talento literario ya lo había exprimido al máximo. Con todo, de lectura muy fácil y con momentos graciosos, aunque no queda muy claro que quería contar Bukowski en este libro.

Para fanáticos del escritor vagabundo.

Germao Pereira

Obra final del viejo Buck, su única obra de ficción surrealista en la que Nick Belane encarna la fuerza paralizada en la que todo hombre se convierte ante todos los ámbitos de la vida, irrelevantes pero molestos, vacuos pero omnipresentes, la verdadera carencia de libertad real, el agobiante concepto de masa que te arrastra y/o te destruye, el sexo asociado a todo esto, la inutilidad de cualquier esfuerzo por escapar llega a convertir todo en una broma violenta y gigantesca. Todo esto sería una auténtica mierda si fuera de la mano de la autocompasión, pero no, amigos el viejo Buck y su colega Nick saben vivir, supieron hacerlo, sin la necesidad de recurrir a esa mierda. Además el sentido del humor de un hombre que sabe que la está diñando está al nivel de sus mejores momentos. Por cierto, Jeanny Nitro, si lees esto, llámame nena, no dejes de hacerlo.

Sinuhé Gorris 

Apuestas, alcohol y putas son la escuela de la vida... llámenme Señor.

Con estas premisas Bukowski se abre camino entre la depravación de sus personajes.

¡Y qué decir de ese humor narcotizado!

Como diría Nick Belane, ¡esta mierda me engancha!