Princesas Dragón. Los hermanos Tormenta

Opinión:

Fieles a las cuatro anteriores, en esta quinta entrega las princesas Dragón vuelven a demostrar su valentía y sus talentos mágicos. En esta ocasión, las protagonistas tendrán que enfrentarse a dos retorcidos hermanos que luchan por el poder del cetro mágico. Ambos regentan dos reinos bien diferentes y dirigen a dos pueblos bien distintos: los nubos y los tartarugos.

Este último gentilicio nos da una pista del humor que va a desencadenar a lo largo del libro la peculiarísima manera de hablar de unos y otro; juegos de palabras muy divertidos que, sin duda, encantarán a los pequeños lectores.

Otra de las características de esta novela que también enamorará a los lectores es el derroche de imaginación que tanto Pedro Mañas como Luján Fernández realizan, cada uno en sus campos. Desde la isla en la que viven los tartarugos hasta los extraños animales que van apareciendo, la obra fascina por la originalidad de sus creaciones y, al mismo tiempo, incita a los lectores a imaginar por su cuenta (más allá de la referencia que les presta Fernández) cómo podrían ser esos lugares y esos seres que pinta Mañas con su creatividad.

Como también suele ocurrir en esta saga, autor e ilustradora mezclan elementos novedosos (como la ruptura con el rol tradicional de las princesas en los cuentos de hadas, las imágenes de colores vivos y fuertes que también contrastan con los tonos pastel y/o suaves que en muchas ocasiones se emplean también para esos mismos personajes o esa capacidad para crear e imaginar lugares y seres peculiares de la que ya he hablado) con otros más clásicos, como las luchas entre hermanos, la ambición, el poder de determinados objetos mágicos (como aquí ocurre con el cetro) o la eterna pugna entre el bien y el mal.

Junto a estos, Mañas también nos habla en esta quinta entrega de amistad, de ser fiel a quien uno quiere, de valentía, de cumplir los propios sueños, de trabajo en equipo, de sumisión ciega, de la capacidad de pensar por uno mismo para distinguir qué está bien o qué está mal independientemente de lo que digan los demás (o los dirigentes), de solidaridad y de lucha por un mundo más justo.

Todo ello en una historia, como siempre, llena de aventuras, de peripecias, de misterios, de sorpresas y, sobre todo, de emoción.

Lidia Casado