Anika entre libros

Pnin

Ficha realizada por: Darío Luque
Pnin

Título: Pnin
Título Original: (Pnin, 1957)
Autor: Vladimir Nabokov
Editorial: Anagrama
Colección: Compactos


Copyright:

© 1953, 1955, 1957, Vladimir Nabokov
© 1992, Rafael Ruiz de la Cuesta (de la traducción)
© 1994, 2020, Editorial Anagrama, S.A.

Traducción: Rafael Ruiz de la Cuesta
Edición: 1ª Edición: Junio 2020
ISBN: 9788433960719
Tapa: Blanda
Etiquetas: humor comedia exilio Estados Unidos literatura rusa rusos novela corta profesores universidad divorcio comedia de enredos juegos lingüísticos narrativa
Nº de páginas: 188

Argumento:

La vida del profesor Timofey Pavlovich Pnin no ha sido fácil. Nacido en San Petersburgo a finales del siglo XIX, partió hacia Kiev en 1918 y, tras pasar cinco meses con el ejército Blanco, huyó a Constantinopla cuando la península de Crimea fue invadida por los Rojos. Vivió en París desde 1925 hasta principios de la Segunda Guerra Mundial, cuando se trasladó a Estados Unidos y, por el camino, perdió las dos cosas que más había querido: la lengua rusa, sustituida ahora por el inglés americano, y su mujer, Liza, enamorada ahora del doctor Eric Wind.

A lo largo de siete capítulos, Vladimir Nabokov nos presenta en "Pnin" a uno de sus personajes más cómicos y originales: exiliado ruso en territorio americano, profesor en el Waindell College y, sobre todo, un hombre sin cuidado.

 

Opinión:

 

El comienzo de "Pnin" es, de tan ridículo, profundamente hilarante: Timofey Pavlovich Pnin, profesor de ruso en el Waindell College, viaja en tren hacia Cremona para impartir una conferencia titulada "¿Son comunistas los rusos?". Junto a él, sin embargo, lleva dos documentos más: el texto de otra futura conferencia (para el simposio "Don Quijote y Fausto") y el trabajo de su alumna Betty Bliss, sobre "Dostoievski y la psicología de la Gestalt". Como si de una comedia de enredo se tratase, todos los elementos están ya dispuestos para empezar a marear al personaje: pronto descubrimos que Pnin se ha equivocado de tren; debe apearse en una estación cercana y tomar un autobús hacia Cremona. Cuando intenta abordar el autobús, descubre también que ha perdido su equipaje, incluyendo los papeles que llevaba consigo, pues el único documento que permanece entre sus posesiones es el trabajo escolar de Betty. Pero este es tan solo uno de los muchos episodios cómicos que, reunidos, constituyen un jocoso y original relato sobre la vida de un personaje caótico y desordenado.

En tanto que sátira de un estilo de vida típico del profesorado americano, lo cierto es que "Pnin" representa un importante antecedente dentro de esa moda posmoderna que han sido las novelas de campus, protagonizadas a menudo por académicos y profesores que nos ofrecen un reflejo más o menos crítico de su oficio y del intrincado mundo universitario. La obra de Nabokov, por lo tanto, se anticipa a algunas de las mejores novelas publicadas -sobre todo en el ámbito anglosajón- en las últimas décadas, tales como "Sobre la belleza" de Zadie Smith, "Desgracia" de Coetzee o "La mancha humana" de Philip Roth. Ahora bien: si en algo sobresale "Pnin", frente a esa masa uniforme de novelas en las que el protagonista siempre parece el mismo funcionario amargado, es precisamente en la originalidad y el carisma de su personaje principal.

Pnin es gracioso sin pretenderlo. A veces el humor nace de su tierna ingenuidad, y en ocasiones proviene del desajuste entre su bondad y la malicia del mundo que le rodea. Ejemplo de ello es el episodio en el que el protagonista, una vez se ha instalado en el hogar de la familia Clements -quienes le alquilan una habitación vacía-, recibe la visita de su exmujer, Liza. De hecho, a lo largo de la novela se nos ofrecen pequeños retazos de la vida conyugal que ambos compartieron en Europa, y que se vio truncada con la aparición de Eric Wind. Pero lo cierto es que Liza, en el presente de la narración, no acude a visitar a Pnin con el objetivo de retomar su relación, sino para chantajearlo con la intención de que le pase una manutención al hijo de ella, el joven Victor Wind. A lo largo de la novela, el personaje de Victor funciona como una especie de oasis narrativo, pues es el único capaz de contemplar al profesor Pnin desde una óptica idealizante, ignorando su tendencia a la dispersión y sus problemas lingüísticos.

Precisamente la lengua es otro de los temas fundamentales de "Pnin", pues las dificultades que el profesor ruso encuentra para comunicarse en inglés dan lugar a una serie de deformaciones morfológicas que generan catastróficas y muy graciosas confusiones en sus interlocutores. Mediante esta técnica, Vladimir Nabokov construye una novela hilarante, apoyándose únicamente en la vis cómica de su protagonista y en la jocosidad que se consigue mediante el juego con la lengua. No en vano, fue "Pnin" la novela que consagró al novelista ruso, pocos años antes de publicar la que sería su obra más reconocida, "Lolita".  

 

Darío Luque

 

 

 

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