Pequeño libro de moda en París
Título: Pequeño libro de moda en París
Título Original: (Little Book of Paris Style, 2024)
Autor: Aloïs Guinut
Editorial:
Blume
Colección: Blume diseño
Copyright:
© 2024 Naturart, S.A. Editado por BLUME
© 2022 Welbeck Non-fiction limited, Londres
© 2022 del texto Aloïs Guinut
Ilustraciones: Color
Edición: 1ª Edición: 2024
ISBN: 9788410048027
Tapa: Dura
Etiquetas: estilo diseño guía libros ilustrados literatura francesa moda estilismo París sociedad francesa alta costura perfumes iconos diseñadores historia de la moda
Nº de páginas: 160
Argumento:
Epicentro del chic clásico y hogar de la alta costura, París es la capital de la elegancia. Desde el lujo emblemático de Chanel, Dior, y Saint Laurent hasta la sofisticación natural de la parisina típica, el estilo de la ciudad se reproduce en todo el mundo.
"Pequeño libro de moda en París" representa una preciosa guía ilustrada de los estilismos, los diseñadores y los iconos imperecederos que representan a la ciudad de la luz.
Opinión:
Si tuviéramos que responder a la pregunta, ¿cuál es la capital de la moda?, la mayoría de nosotros diríamos sin pensar, París. No podemos negar que los parisinos tienen algo, llámese estilo, elegancia o estética; es innato en ellos, aun vistiendo unos simples vaqueros y unas bailarinas. ¿Por qué a ellas les queda bien y si me lo pongo yo no me veo tan bien como a ellas? Supongo que ante todo es actitud, y una actitud que nunca pasa de moda, una actitud clásica, conservadora por mucho que nos sorprenda. Si alguna son las claves del estilo parisino, para nada son las estridencias, sino la sobriedad, el convencionalismo, la atemporalidad, los tonos discretos, y aunque así podría tildarse, para nada es un estilo aburrido.
Si queréis ahondar en el "estilo parisino", la colección Los Pequeños Libros de Moda ha sacado este "pequeño" volumen para empaparse de él. Podemos conocer cómo nació este estilo, en qué se ha convertido, sus básicos y los hábitos que lo sostienen. Su comienzo se remonta a mediados del siglo XIX, en la burguesía acomodada que quiso ir distinguiéndose de los estratos más bajos de la sociedad haciéndose el vestuario a medida, y esa distinción atrajo a los artistas de la época (Renoir, Manet) que lo plasmaron en sus obras ayudando a su expansión internacional. Posteriormente, las ganas de diversión surgidas tras la Primera Guerra Mundial dieron lugar al nacimiento de la alta costura que se afianzó tras la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, esa moda era solo accesible para la élite, y en década de los 60 y 70 bajaría a pie de calle dando lugar al pret-a-porter (listo para llevar), ropa ya confeccionada que llegó a nuestro país de marcas como Naf Naf, Promod, Pimkie o ya marcas más costosas como Maje o Sandro.
Sin embargo, no todo es fachada, pues desde el siglo XVII en la sociedad parisina ser culta se considera más atractivo que una marca. Ya entonces la educación se consideraba un rasgo atractivo en la mujer y en las películas tempranas aparecían mujeres leyendo. Una de nuestras importaciones fueron las enormes gafas redondas de las azafatas de nuestro mítico Un, Dos, Tres, que las daba ese aire tan intelectual. El sofisticado intelecto francés es conocido en todo el mundo y lugares de cultura, como los mismos museos, se ponen a disposición de la moda.
Muy importante es la industria creada que rodea a la moda: los grandes almacenes, el primero establecido en 1852 tal y como los conocemos hoy en día y se han convertido en un imprescindible en nuestra forma de comprar, teniendo la máxima de "cuando se va de compras por París, la decoración es tan importante como las compras"; las revistas impresas que se convierten en la principal fuente de imágenes inspiradoras; hoy en día las redes sociales siendo el mejor escaparate para cualquier influencer cuyo estilo de vida de "ensueño" es un reclamo. Pero, la industria por excelencia es la del perfume. Las fragancias más populares del mundo han sido creadas por marcas de moda parisinas: Chanel y su icónico Nº5, Guerlain, Dior, Gautier, y es una de sus exportaciones más importantes.
Por poco que conozcamos de moda, de sobra son conocidos sus diseñadores icónicos como Coco Chanel, su elegante sencillez, Christian Dior y su sofisticación, Yves Saint Laurent o Jean Paul Gautier todo un escándalo para la época. Ninguna actriz de la gran y pequeña pantalla de ninguna época ha podido resistirse a lucir las creaciones de los modistos franceses reforzando París como la capital de la moda.
Esperemos que sus imprescindibles, la boina, las rayas azules marineras que las tiendas se inundan cada primavera, el clásico rouge "si te sientes triste, píntate los labios y ataca", qué verdad es; o la gabardina, o las eternas bailarinas, nos acompañen por muchos más años en nuestras tiendas.
Esto son solo los "titulares" de lo que se puede encontrar en este "Pequeño libro de moda" para todos aquellos a quienes les resulte interesante profundizar en ello en su interior.
Belén Flores
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Comentario de los lectores:
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