Pax 4. El mensajero del mal

Opinión:

No conocía la serie "Pax" hasta que he descubierto su cuarta entrega (son diez en total) así que me he perdido la presentación de los personajes y no sé cuánto de lo que se cuenta en esta novela en forma de recuerdos es ya conocido por el lector o es información nueva. Tampoco tengo muy claro qué son algunos de los seres malvados que aparecen, así que mi recomendación es comenzar la serie por el principio, para solventar estas lagunas que yo he tenido, que me han hecho dudar en ocasiones pero que, desde luego, no han sido un impedimento para disfrutar de la historia de intriga, misterio y aventuras que se cuenta.

Además, también tengo la sensación de la que historia va muy hilada de una entrega a otra, que hay una gran continuidad entre unos libros y otros. Tanto, que la numeración de los capítulos no se corresponde con cada entrega sino que forma parte de la serie completa. Así, esta cuarta parte comienza en el capítulo 87 y finaliza en el 127.

El hecho de que haya 40 capítulos en 192 páginas también da idea del ritmo de la novela: capítulos cortos y mucha peripecia hacen que el ritmo sea muy ágil y que, por lo tanto, el libro se lea enseguida. Este ritmo rápido es uno de los factores que engancha al  lector junto con la narración en tiempo presente, que hace sentir los hechos que van ocurriendo como si estuvieran sucediendo ahora mismo, como si el lector estuviera compartiéndolos con los personajes justo en el momento en el que se producen.

Unos personajes, por otra parte, con los que es muy fácil empatizar. Aunque se trate de la cuarta entrega y, como he dicho, no sé qué sabemos de ellos hasta el momento (por ejemplo, tengo dudas sobre por qué forman parte de una especie de liga contra el mal, cómo llegaron allí y qué tienen de especial para ser miembros de ella), lo cierto es que la trama se sigue muy bien y somos informados de hechos de su pasado (su madre alcohólica explica por qué son acogidos por la familia en la que se encuentran actualmente, una familia que les hace sentir, por primera vez en su vida, que forman parte de ella) que justifican muy bien el argumento (son acusados de los robos que se van cometiendo porque es verdad que cuando vivían con su madre tenían que robar para comer porque ella no se ocupaba de ellos) y, además, favorecen un tremendo sentimiento de empatía hacia ellos.

Vulnerables pero fuertes, Alrik y Viggo son el eje sobre el que gira tanto la trama principal como las subtramas (que intuyo relacionadas con el hilo conductor de toda la serie). Así, les veremos implicados en el caso del bjära, el mensajero del mal que acaba de llegar a la zona y que es el que está cometiendo los robos, y también en una serie de conflictos escolares y familiares relacionados con su situación de acogida y su proceso de adaptación al nuevo colegio.

Las ilustraciones en blanco y negro y cercanas al cómic de Henrik Jonsson favorecen una estética oscura y violenta que le sienta muy bien al argumento y que también está en sintonía con la imagen global del libro: portada oscura con letras verdes y cantos tintados también en verde.

Asa Larsson, una de las más afamadas escritoras de la novela negra que nos llega del frío, firma junto a Ingela Korsell una novela juvenil que atrapa tanto con el argumento, como por la manera en la que está contado, su ritmo y unos personajes a los que es fácil coger cariño y, por lo tanto, querer acompañarles en el resto de sus aventuras contra el mal. Una obra ágil, fantástica y profunda que tiene todos los factores para gustar a niños y adolescentes. E incluso a adultos.

Lidia Casado