Obras completas IV Tomo 2

Opinión:

Emprender la edición de unas obras completas es siempre un trabajo meritorio y digno de alabar a la editorial que lo realiza, pues supone un trabajo de investigación y fijación textual enorme, poniendo al servicio del lector textos que de manera individual tendrían muy pocas oportunidades de publicarse y difundirse. En el caso de María Zambrano, estamos hablando de la editorial Galaxia Gutenberg, quien transita ya por el sexto volumen de un proyecto total de diez. Esta magna empresa se encuentra dirigida por Jesús Moreno Sanz, filósofo él mismo, profesor de la UNED y responsable de un buen número de libros sobre María Zambrano, de quien es rotundo especialista.

Volviendo a la cuestión de la publicación de las obras completas de un autor, recordaré además que constituye siempre la oportunidad de conocer textos poco difundidos de los autores canonizados, y en consecuencia hacer descubrimientos mayúsculos. El hallazgo con el que me quedo en este tomo IV, 2, de la Obras Completas de María Zambrano ha sido "Algunos lugares de la pintura", profundo repaso de técnicas, enfoques y formas de entender la pintura. María Zambrano recoge con maravillosa subjetividad su pensamiento sobre pintura y los pintores españoles, en un ensayo notable. De especial interés me ha parecido el subapartado "Apuntes sobre el lenguaje sagrado y las artes". Para Zambrano el arte es un medio de conocimiento, y además uno privilegiado. Ver la mejor pintura española (Zurbarán, Goya) a través de los filosóficos ojos de la escritora malagueña es un placer y un desafío intelectual muy recomendable.

Antes de este texto encontramos "Notas de un método", texto de no poca discontinuidad (que la propia autora reconoció en su momento), y en el que la palabra notas del título no hace referencia a anotaciones o bosquejos, sino a notas musicales. María Zambrano quiso escribir el libro siguiendo una lógica musical. En el texto aclara puntos clave de su pensamiento, notablemente la razón poética. Trabaja sobre el triángulo que se establece entre la imagen, el pensamiento y el sentir.

 El último de los libros presente en el volumen, "Los bienaventurados", es un volumen póstumo, que la autora andaba pergeñando antes de morir. En él Zambrano crea prototipos humanos: "el exiliado", el filósofo", "el místico" que pasa a describir en unos textos que tienen mucho de misteriosos -por inacabados- pero también por el planteamiento general que la autora imaginó para el libro.

El conjunto recogido en este volumen corresponde a textos finales, fechados entre 1989 y 1990. María Zambrano nos dejó en 1991. En la edición gozamos de cientos de páginas de erudición crítica en torno a las variantes textuales y las referencias de la autora, lo que convierten estas Obras Completas en un material más que apto para investigadores o estudiantes de la filósofa.  María Zambrano (Vélez-Málaga,  1904 - Madrid, 1991) siempre es garantía de buena prosa, amenidad y profundidad transparente. Con ese aparente oxímoron me gusta calificar el legado de la malagueña, de quien ya he escrito en más de una ocasión que no hay texto que no tenga interés de una u otra forma.

Rafael Ruiz Pleguezuelos