no te supe perder

Opinión:

Hoy no voy a hacer una reseña desde el cerebro porque es imposible. Este libro va directo a las entrañas, muy directo. Así que desde lo más profundo de mí (no podía ser de otra manera porque, por razones personales, ha existido una enorme conexión con un personaje) escribo estas líneas.

Cuando llega a mis manos (con dedicatoria incluida de Salvador: un detalle hermoso) este libro pienso: “malos tratos”. Y es que las imágenes de la portada y la contraportada insinúan esa temática, supongo que porque es muy vendible. Pero es quedarse corto, en la superficie de la novela. La violencia de género está presente pero no es el eje. Aunque este fallito es perdonable, el único que he podido encontrar en la edición, porque está cuidadísima. Tanto como el interior del libro.

Hay novelas que recubren, revisten, adornan, que acabamos de leer y nos elevan a las nubes, con una sensación de falsa felicidad poco duradera porque enseguida la vida (lo auténtico) nos baja al suelo, que es donde tenemos que estar. Las alturas para los angelitos. "No te supe perder" (XIX Premio Internacional de Novela Luis Berenguer) te mantiene con crudeza, con dureza, en nuestro mundo; un mundo que puede ser bello, pero también difícil e ingrato.

"No te supe perder"es una novela, creo, y si no Salvador que me corrija, que no pretende agradar mediante la floritura, sino desnudar, conmover mediante un lenguaje ácido, directo, visual (casi cinematográfico) que te remueve el estómago, pero con un objetivo concreto: el descubrimiento de los otros, de ti mismo, de nuestro mundo, que no es un jardín de flores, precisamente; si acaso para los que no se enteran de nada, o no quieren enterarse, otra opción válida de vida.

"No te supe perder"es una novela coral en la que los personajes se buscan a sí mismos, utilizando a los demás (y fíjate que digo utilizando porque hay grandes dosis de manipulación) con el objetivo inconsciente de encontrarse a sí mismos. Es una novela de destrucción y construcción (no idílica, lo que no tiene por qué resultar invalidante, al menos para mí, no: cada uno es como es y punto); de pérdidas, provocadas e involuntarias y hallazgos; y mentiras que conducen a horrorosas y no amables verdades.  

No es una novela de sexo, de heridas y recuperación, de amor y desamor, de malos tratos, de amistad y complicidad, no, de eso también hay y mucho pero no es la motivación principal de Salvador. Esta es una novela que a través del cuidado, esmerado retrato psicológico de unos personajes (de los que no quiero hablar porque quiero que los conozcas por ti mismo) diseccionados por un narrador omnisciente que es un sabidillo (en el buen sentido lo digo) y que lo desmenuza todo a placer, nos invita a una crítica reflexión sobre nosotros mismos y los demás, sin condenas.

"No te supe perder" es para mí el mejor libro que ha caído en mis manos durante este año, y es lectura obligatoria, porque no adorna, descubre. De hecho, en breve, se lo pasaré a un amigo a quien le he dicho: “Es de estos que no adorna, sino que desnudan verdades, a golpe de prosa ácida directa a las entrañas”. Una novela de héroes anónimos, habitantes de una Sevilla real, que podemos encontrar en cualquier esquina o ser nosotros mismos; pero héroes, no por buenos (aquí todo es gris, lleno de matices), sino por valientes porque no huyen de sí mismos, sino que se enfrentan y aceptan su papel. Es lo que hay, no somos lo que queremos (ojalá), somos y punto. Es el mensaje de Salvador Navarro, un excelente escritor, del que no he explicado su trayectoria a propósito, no por desconocimiento, ya que me documento muy bien siempre, sino porque quiero que su novela hable por él.

Cristina Montes