no es tan fácil llevar bragas

Opinión:

¡Me encanta esta novela! En varias de las situaciones que cuenta no he parado de reírme hasta que la gente me miraba extrañada en el autobús. Ana Manrique expresa con total convencimiento que ser mujer no es nada fácil y tiene toda la razón.

Las mujeres de esta novela son muy diferentes entre sí, pero con un objetivo común: están insatisfechas con la desigualdad machista de sus hogares. Carmen vive un infierno con un marido borracho y que le pega unas palizas de órdago, amén del hijo mayor que es un psicópata en miniatura. Cuando llegué al final de su historia por fin respiré aliviada y feliz por ella.

Rebeca descubrirá que ama más a su marido de lo que quiere reconocer y yo también me enamoré de Tacho, ese atractivo cincuentón que en el fondo es adorable.

La historia de Susana me hizo soltar una carcajada tras otra, con las cosas tan ridículas que hace, pero que en el fondo le sirven para paliar su desesperación.

En definitiva el libro nos cuenta que las mujeres en el fondo no nos hemos liberado del machismo. Las que trabajan fuera de casa, llevan la mayor parte del trabajo en el hogar. Y las que no trabajan, hacen lo mismo pero encima sin independencia económica.

Los hombres se ven muy bien reflejados, la mayoría intentando escabullirse de las labores domésticas.

La cuestión al llegar al final del libro es ¿serías feliz siendo una “perra del presente”? ¿Nos queda otra alternativa a las mujeres?

Un libro narrado en el lenguaje cotidiano que todos usamos, con una visión feminista y muy divertida de la realidad de las mujeres de hoy.

Verónica Butler