Niebla (nivola)
Título: Niebla (nivola)
Título Original: (Niebla)
Autor: Miguel de Unamuno
Editorial:
Austral
Colección: Austral Narrativa
Copyright:
Austral, 1984.
Edición: Germán Gullón
Guía de lectura: Eilette van Ree
Edición: 1ª Edición: 2010ISBN: 9788467033861
Tapa: Blanda, bolsillo
Etiquetas: normas sociales novela humor relaciones sociales relaciones personales guiños honor y honra caballeros clásicos literatura española
Nº de páginas: 288
Argumento:
Agusto Pérez es un hombre rico, solo desde que perdió a su
madre, que vive con los lujos de ser atendido por un matrimonio que
se ocupa de todo y una buena renta. Un día, paseando, vislumbra
unos ojos que le encandilan y persigue a la mujer
dueña de aquellas maravillas. Al llegar a su portal, cuando ella ya
no está a la vista, decide, como caballero que es, hacer lo que
debe hacer, o sea, hablar con la portera y
averiguar quién es la dueña de los hermosos ojos que
siguió. Así, incluso sin querer, se deja llevar por una pasión que
hasta el momento desconocía, y se enamora de una
mujer a la que no sólo no conoce personalmente, sino que incluso no
conoce su cara. Incluso llega a cruzarse con ella cuando ya está
sumamente enamorado y no la reconoce.
Augusto, aconsejado por su amigo Víctor, persigue a la mujer para
pedirle en matrimonio, pero Eugenia no es una
inocente jovencita y Augusto está perdido en monólogos tristes y
dubitativos que llenan sus días de tensión y pavor al
rechazo. Para solucionar esto se hace con un perro, Orfeo,
y le cuenta a él sus problemas.
Y mientras pasan los días descubre que Eugenia le despertó, pero
que ese despertar le ha llevado a fijarse en otras muchas
mujeres.
Opinión:
Curiosa novela en la que comencé riéndome por algo tan habitual en otra época y tan rara en la nuestra: el honor y las reglas de comportamiento de los hombres de bien.
Augusto Pérez es un compendio de estas cosas y actúa de cierto modo casi por obligación, porque es lo que hacen los caballeros, y así rige su vida con una mezcla de ambiente onírico que es su propio interior.
Unamuno me ha sorprendido, no sólo por su sentido del humor, porque evidentemente lo tenía al introducirse a sí mismo en la novela y enfadarse con el personaje, sino también por inventarse un prologuista y atacarle por poner en su boca cosas que no ha dicho para que sean escuchadas.
Muy curioso y muy recomendable.
Por cierto, que el personaje del futuro tio político del protagonista, el anarquista, es muy divertido.
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Comentario de los lectores:
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