Nexus

Opinión:

Yuval Noah Harari y Byung-Chul Han se han convertido en dos de los filósofos contemporáneos más influyentes en el gran público, ganándose la etiqueta de «filósofos pop». Ambos comparten la capacidad de conectar temas complejos con una audiencia amplia, aunque sus estilos y estrategias editoriales difieren significativamente. Byung-Chul Han, conocido por su enfoque minimalista, publica obras breves y frecuentes que funcionan como ensayos filosóficos concentrados. En contraste, Harari apuesta por un modelo industrializado de producción literaria: cada uno de sus libros se presenta como un extenso manual que llega tras largos periodos de espera, pero con un despliegue mediático que lo posiciona como evento editorial a escala global.

La propuesta de Harari para este 2024 combina narrativa histórica, reflexión filosófica y proyecciones futuristas. Mantiene su vocación divulgadora, ofreciendo un texto que aunque no renuncia a la profundidad filosófica, es apto para todo tipo de lectores. Si Byung-Chul Han prefiere la economía de palabras para abordar temas específicos con profundidad, Harari opta por la digresión y el desarrollo de grandes arcos narrativos que nos permiten vislumbrar el futuro desde el pasado, la analogía y el ejemplo. En el libro se explora de manera extensa pero con exposición amena la influencia y el poder de las religiones a lo largo de la historia como redes de control de información profundas. Como en los libros ya citados, en "Nexus" la religión y su poder de persuasión e influencia sobre la sociedad juegan un papel preponderante y presenta algunas de las mejores páginas del libro. Destaca cómo el catolicismo, el islamismo y el judaísmo han moldeado no solo las creencias individuales, sino también las estructuras sociales y políticas. Explica que estas religiones han sido fundamentales en la formación de identidades colectivas y en la legitimación de sistemas de poder. A través de un análisis detallado, muestra cómo las narrativas religiosas han sido utilizadas para justificar guerras, consolidar imperios y mantener el orden social. La presencia constante de estas temáticas en su obra subraya la importancia de entender la religión no solo como un fenómeno espiritual, sino también como una herramienta de poder y control en la historia humana. Debe quedarnos claro que la idea de red no surge con internet: todo mecanismo de control e influencia sobre el individuo ejercido a lo largo de la historia debe ser considerado.

El libro es un análisis ambicioso que abarca desde los albores de la humanidad hasta el umbral de un futuro dominado por la inteligencia artificial. Explora con fino discurso el papel central de las narrativas colectivas en nuestro comportamiento social y personal, desde las primitivas mitologías tribales hasta las modernas ideologías populistas, como una herramienta que permite la cooperación masiva (no todo es negativo de ellas, se nos recuerda con frecuencia), pero también perpetúa desigualdades y manipulaciones.

El núcleo de la obra radica en su afirmación de que la humanidad se ha construido sobre ficciones compartidas, lo que en terminología contemporánea se ha dado en llamar el relato. Tras leerlo nos queda claro que las redes de información nunca son imparciales; más bien al contrario, son creadas como vehículos de poder a los que tener miedo o al menos prepararse al respecto.  Desde la forja y consolidación de textos religiosos como la Biblia, pasando por la propaganda estalinista, cada hecho histórico demuestra en el libro de Harari cómo las redes de información han actuado como estructuras de orden social.  

El siguiente paso es prepararse para una especie de momento posthistórico: ¿qué ocurrirá cuando las narrativas que tanto nos influyen sean gobernadas -más bien habría que decir manipuladas- por algoritmos y las elites que los dominan? La respuesta a esa pregunta ofrece un panorama más bien sombrío. Podríamos llegar al extremo de la anulación virtual del libre albedrío, otra de las grandes ideas del libro. Individuos que responden a unas consignas digitales y eligen lo que la red quiere que elijan.

Obra muy recomendable, sin fallas ni debilidades de importancia, que ofrece una guía para que el individuo contemporáneo abra los ojos y enfrente los dilemas éticos y políticos que definirán su futuro.

Rafael Ruiz Pleguezuelos