Mysterium Magnum

Opinión:

El "Mysterium Magnum" de Jacob Böhme es una de las grandes obras de filosofía ocultista que todavía estaban sin traducir a nuestra lengua, y Atalanta era la editorial indicada para llevar adelante tamaña tarea. No sólo por su envergadura, de casi mil páginas, sino por lo complejo de su prosa a la hora de traducirla al español. Puedo confirmar que el resultado está a la altura de lo que nos tiene acostumbrados esta gran editorial.

Böhme era un místico que afirmaba tener visiones divinas donde se le revelaba el secreto de la Humanidad. Por eso este tratado, que se podría traducir como "el gran misterio", es tan importante: es una obra pionera en Alemania de la metafísica. Numerosos filósofos importantes posteriores, como Schopenhauer, tomarían ideas prestadas de este texto.

Böhme era además zapatero. Había estudiado bastante a los alquimistas y los teosofistas, y conocía mucho sobre la Cábala. Es a partir de una visión que se extendió por un buen rato, a partir de lo que vio en un reflejo, que se dispuso a cerrar su negocio de zapatos y dedicarse a escribir. En esta visión, Böhme relata que pudo vislumbrar a Dios, fagocitándose y regurgitándose a sí mismo. El gran secreto se revelaba allí antes sus ojos, naciendo y muriendo un millón de veces, para que este modesto zapatero pudiera poner sobre el papel lo que contemplaba.

Luz y sombras, secreto y revelación, Paraíso y naturaleza... Es una obra compleja, plagada de símbolos y analogías herméticas. Rastreando los orígenes del cristianismo, hasta el mismísimo Génesis, el autor nos lleva a descubrir aquello que intuimos pero nunca pudimos ver. Él lo vio, y nos habla sobre el origen de los ángeles y los demonios, nuestra creación, el aspecto de Dios y el mundo invisible... El alma de los muertos, la vida después de la muerte, el Cielo y el Infierno... Todos conceptos que muchas veces, en nuestro día a día, pueden parecer abstractos, pero que Böhme desarrolla con un conocimiento único.

Las emanaciones de Dios están presentes entre nosotros mismos y en la naturaleza. No podemos verlas porque esa es su esencia misma, pero lo impregnan todo, latentes y vivas al igual que nosotros. Böhme quería abordar aquellos temas difíciles y espinosos presentes en las Escrituras, para los que no parecía haber acuerdo común entre los eclesiastas de su época. Y esto, lógicamente, le traería problemas con las autoridades locales.

Como este libro fue escrito casi sobre el final de su vida, podemos intuir que el autor nos deja aquí un gran compendio de sabiduría, de todos sus estudios y conocimientos vitales. De hecho podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, de que se trata de una de las obras maestras del esoterismo y el cristianismo. Pese a la gran importancia de este texto, el propio Böhme sufrió en carne propia, como decíamos, el rechazo de las autoridades religiosas de su época, época marcada por fuertes fanatismos de sectas cristianas enfrentadas entre sí. Esta triste situación llevó a Böhme al exilio en varias oportunidades, donde se vio obligado a vivir diversas penurias económicas, y esto acabó por desgastar gravemente su salud. Murió habiendo dejado esta obra magna para la posteridad.

No olvidemos también que el autor era luterano, y esto también le traería muchos problemas. Con todo, y una vida marcada por los conflictos y la enfermedad, Böhme fue un intelectual íntegro, un verdadero estudioso e importante filósofo que marcó un antes y un después en el modo de entender y estudiar a las fuerzas creadoras de nuestro Mundo.

Una vez más, Atalanta lo hace de nuevo, publicando otra obra maestra esotérica, de las importantes que no pueden faltar en ninguna biblioteca. Además, se incluyen grabados antiguos en blanco y negro que en mi opinión suman bastante a la edición, ya de por sí impresionante y voluminosa.

Un aplauso.

Violeta Lila