mujercisimas

Argumento:

Victoria Barget abandona a su marido recién encarcelado por evasión de impuestos y se larga a Grecia con su amante, el novio de su hija, una mema que sólo sabe decir tonterías y tirar de la tarjeta de sus papás. Hasta allí viajan en un crucero Miranda Boronat (amiga suya) y algunas de sus mejores ochenta amigas, la princesa Von Petarden, esposa de un feísimo príncipe octogenario que antes fue puta, una periodista adicta al Prozac, otra periodista adicta a los jovencitos con un agujero en la mano en cuestión de dinero, una ministra de cultura valenciana y socialista muy a lo Carmen Alborch, y dos mujeres denominadas "Marujas" porque son amas de casa. Estas dos últimas están en el crucero porque han salido premiadas en el concurso de Rafaella Carrá. No tienen nada que ver la una con la otra y mucho menos con el resto del grupo, pero son amigas y vecinas. Este grupo de la jet viaja para celebrar el día de la mujer trabajadora, algo que ninguna de ellas tiene idea de qué es porque jamás han contribuído con su propio trabajo, pero todas tienen algo en común: quieren ver a Victoria Barget para ver qué ha hecho con su dinero, pues las fortunas de estas mujeres estaba en manos del encarcelado, y todas las posesiones están a nombre de la Barget. Por otro lado viajan con ellas un grupo de beatas insufribles comandado con Asunción Solivianto y Pilar Prima de la Higuera que quieren conocer a Edipa Katastrós, una griega que ve a la Virgen. Se completa el crucero con nacionalistas catalanas dignas de cómic, fotógrafas interesadas en el último vestido de la princesa más que en sus trapos sucios, una mujercísima adicta a realizar el acto sexual con chiquillos que de paso los recluta para alquilarlos a curas homosexuales, la secretaria personal de la princesa... Y en Grecia está la abogada Elena Arquer en casa de Victoria, que llega allí para solucionar el problema de su marido y acaba liada con un hermafrodita.