Muchachas 3

Opinión:

El tercer y último tomo de la trilogía es el más extenso de los tres, pero es que los personajes tienen aún mucho que contarnos, y parece que no acaba aquí. El pasado es quien toma el mando para descubrirnos las intrínsecas razones para tanto dolor, para tanta ausencia. La violencia de género es la que marca el ritmo, como el metrónomo que lleva a Léonie a volver a recordar, en el hospital, víctima de la última golpiza de Ray, pero ya no se puede detener ni acallar lo que empieza a ser tan evidente para todos. El silencio en el pasado, se vuelve un grito en el presente. Se alzan brazos para protegerla y todo ello libera un dolor profundo, que solo se ve mitigado por el perdón y el descubrimiento de nuevas raíces, de nuevos lazos familiares -de ahí la conexión con el clan Cortès-, y sobre todo, el fortalecimiento de los ya existentes.

Es una lectura larga, pero fluida, llena de momentos emocionantes que dejan vibrando el espacio con su fuerza, hay momentos duros y otros llenos de nostalgia, a veces dan ganas de detenerse para respirar y salir un rato, escaparse, no es que agobie, pero te absorbe completamente.

Personajes que desvelan las razones para ser y hacer como hacen, para convertirse en aliados de un futuro prometedor, se desarrollan tramas paralelas que dan solidez y mayor fuerza a la narración, personajes que parecían no tener relevancia, dan un salto enorme y se equiparan con los protagonistas, como es el caso de Tom, el hijo de Stella, fruto del amor clandestino (por temor a la ira de Ray) con Adrian, trabajador ilegal que roba su corazón y desmantela la coraza que ella, por los diversos motivos que se han ido contando a lo largo de estos tres libros, había construido alrededor de sí misma.

Porque en este tomo, el principal protagonista es el pasado, pero que viene a cambiar destinos, a convertirse en cómplice del amor y más aún, en vehículo de redención de varios personajes. Es lo que tiene la vida, da vueltas y más vueltas… hasta que pone a todo el mundo en su lugar, a veces tarda, pero lo hace.

"Muchachas" es un coro polifónico a varias voces y en diversos tiempos, es un canto de amor y de esperanza, de dolor y muerte, de sueños, de alegría. Como la vida misma.

Carol Inabé Barba