Muchachas 2

Opinión:

En esta segunda entrega, la autora sigue dando muestras de su impresionante fluidez a la hora de contarnos las historias, se desgranan como si tuviesen vida propia, enlazando espacios, tiempos y vidas.

Cada uno de los personajes ha crecido y evolucionado, aunque pueda ser un punto a favor -o en contra-, que esté esta trilogía tan conectada a la primera por los personajes y, sobre todo, por el pasado de cada uno de ellos. Si no habéis leído la Trilogía Animal (la de los cocodrilos, tortugas y ardillas, ya sabéis), es posible que pudiese parecer un poco pesada tanta reiteración, en citas a pie de página, del pasado y de esta anterior trilogía, pero si os gusta esta autora, seguramente ya la habéis leído y no tendréis problemas a la hora de volver al pasado y recordar. Pero si no habéis leído la anterior puede que sucedan dos cosas: o te cansas directamente de este pasado desconocido o te insta a leer la trilogía anterior para atar todos los cabos sueltos. La decisión es de cada lector.

Ahora bien, parece este segundo volumen una pausa para el siguiente, se aprontan detalles, se desvelan misterios y sin embargo, ¡los personajes aún tienen muchísimo que decir! Este tomo está esencialmente ligado al amor, al miedo, al éxito y al enamoramiento, parece que cada personaje está presto a elegir o a desistir en su empeño. En este sentido, el pasado también tiene mucho que decir, porque cada personaje actúa de manera coherente a su pasado, ya sea para vengarse, sacrificarse o lanzarse desesperadamente en brazos del éxito, sin pensar en las consecuencias para su vida.

Aquí el amor es amo y señor. Amores pasados, presentes y futuros desencadenarán decisiones cruciales, el pasado vuelve con fiereza a desestabilizar el suelo firme de algunos personajes e incluso, el mismo amor hace ver cosas que no son.

Es tiempo de crecer y madurar, de ver las cosas en perspectiva. Es momento de dejar la seguridad para adentrarse en la zona donde se tejen los sueños… y las pesadillas.

Joséphine se prepara para conocer una parte nueva de su pasado, unirla a su presente y delinear las delgadas membranas que enlazaran todo en el futuro.

Mientras, el amor, que todo lo puede, le da unas enormes alas a Calipso, quien ha decidido desplegarlas por todo lo alto y volar.

Carol Inabé Barba