Mortadelo y Filemón. El Cambio Climático

Opinión:

Cuarta reimpresión del volumen que vamos a reseñar.

A estas alturas, es una ardua tarea hablar de Francisco Ibáñez, dado que el autor, de 86 años, lleva más de 70 años "en la brecha" y, de su creación estrella, la friolera de 64 años desde que se publicaron por primera vez. Hablamos, claro de Mortadelo y Filemón, a los que se dedica en exclusiva desde hace varias décadas, con álbumes dedicados a los temas de actualidad, más o menos, del momento. Aquí ya hemos reseñado bastantes, y recuerdo así, a bote pronto, varios relacionados con los acontecimientos deportivos del momento (Olimpiadas, Mundiales de diversos deportes, etc), Elecciones, el Botellón, La Jubilación...

Es digno de admirar el que, tras más de 60 años, siga al pie del cañón y entregando regularmente estas historietas que, como mínimo, nos hacen gracia, y nos hacen reflexionar, al menos un poco, sobre el tema que tratan y, la mayoría de las veces, nos divierten enormemente. Como sea, los más de 70 años de profesión de Ibañez, y los más de 60 de publicación de Mortadelo y Filemón, dan constancia de su éxito (además de sus múltiples ediciones en diversos países, los diversos premios, reconocimientos internacionales, adaptaciones a otros medios, etc.).

El tomo que tenemos entre manos está dedicado al cambio climático pero, lejos de meterse en discusiones sobre la causa del mismo, lo achaca... bueno, esto sería spoiler, solo puedo decir que sí, es causa del hombre (en singular...), pero con sorpresa. Así, el autor no entra en lo que podrían ser las causas dado que, en realidad, eso no correspondería a este tipo de humor, aunque sí deja ahí el tema para que seamos conscientes del mismo.

El tomo sigue la estructura consabida de estas aventuras; una introducción sobre épocas pasadas en las que nos sitúa sobre el problema a tratar, viendo que todo viene ya de atrás, una mirada a la época actual para ver cómo está en estos momentos, y el Super requiriendo los servicios de los Agentes Mortadelo y Filemón. Por supuesto, son los más ineptos, vagos y cobardes de la T.I.A., por lo que cada misión que emprendan será un desastre. Más cuando aquí "cuentan con la colaboración" del Profesor Bacterio, el más incompetente, inútil y torpe de los científicos. Por eso, muchos de los gags se deben a la tirantez (llamémosle así) entre los agentes y el profesor, dado que sus inventos siempre acaban perjudicándolos y estropeando la misión (bueno, para eso se bastan ellos solos, la verdad).

Como siempre, atentos a los fondos y personajes en segundo plano, de los que Ibáñez siempre suele dejar, en mayor o menor número, un puñado de ellos; un burro sentado en un banco leyendo el periódico, una paloma (creo) con un cohete, unas chimeneas cayendo... y los disfraces de Mortadelo, los malentendidos con los juegos de palabras, y las típicas, pero aún graciosas después de décadas, situaciones, personajes, circunstancias, equívocos, etc, por los que transita la historia.

Pues nada que no hayan disfrutado los conocedores de la obra de Ibáñez, y más concretamente los seguidores de Mortadelo y Filemón, pero que vale la pena dado que siempre vamos a encontrar al menos momentos de diversión, y algo de reflexión sobre temas de actualidad.

En este caso, por supuesto, que tengo que recomendarlo.

J. Javier Arnau