Modesto y Pompón

Opinión:

Recordaba esta serie de dibujos de los tebeos pero no con el nombre de Modesto y Pompón. La documentación que acompaña este volumen me ha refrescado los datos y he encontrado que su nombre en España fue el de "Teo y Dorita", para la revista "Zipi y Zape", y más tarde se publicó como "Modesto Flequillo" para la revista "Jaimito".

El personaje de Modesto se caracteriza por su gusto al vestir, como así lo demuestra el extenso vestuario que desfila por las viñetas, aunque el final de sus aventuras suele terminar pintado, lleno de grasa o impregnado en cualquier sustancia. Sin embargo Pompón, que debe su nombre a los pompones que lleva en el pelo, utiliza siempre el mismo vestido alegre, que cambia de colores y al que suele acompañar con una gabardina.

El cambio de aspecto de Modesto al final de cada tira está condicionado por varios elementos: los tres sobrinos de su amigo Félix, siempre dispuestos a hacerle blanco de sus travesuras; al propio Félix, empeñado en hacerle una demostración de su nuevo invento y que siempre sale mal; o al amor por su coche al que siempre está arreglando.

Su modelo de auto es una versión propia del Ford A y su participación en sus historietas son bastante habituales. En ellas el coche se presenta como una vieja reliquia que hay que poner a punto cada pocos metros. Gracias a un artículo de su hija Isabelle, sabemos que durante su estancia en Estados Unidos quedó prendado del parque automovilístico de las ciudades y también se trajo unas cuantas ideas de las publicaciones familiares de la época y del estilo de vida americano.

Viendo las viñetas con detenimiento se pueden apreciar distintos objetos de decoración que empezaban a ser habituales en los años cincuenta y como estos chocaban con el mobiliario antiguo de otras casas o que el mismo Modesto atesoraba en su desván. Un guiño sin duda a las creaciones de sus amigos más cercanos y a un nuevo concepto de decoración que se iba imponiendo en la década de los cincuenta, donde las formas y los colores se volvieron más atrevidos

En los artículos finales se puede profundizar en la trayectoria de André Franquin y algunos de los compañeros de viaje que tuvo, entre los que destacan: Michel Greg, por ser el que más tiempo estuvo con él; o Goscinny, el creador de Lucky Luke, y Hergé, de Tintín, por ser más conocidos. Sus diferentes guiones son los responsables de la incursión de dos nuevos vecinos: el señor Demorros, un inspector de Hacienda, y el señor Peñazo, un burgués del que es preferible mantenerse lejos por sus inoportunas apariciones.

Los gags de una página de esta serie los desarrolló para la revista Tintín, a caballo entre las portadas y la serie Gastón Elgafe que creaba para la revista Spirou; una dura labor de creación que le llevó a varias disputas con guionistas y productores, para terminar vendiéndosela después de cuatro años. Posteriormente pasaron por la serie hasta seis dibujantes distintos, pero es este integral el que reúne todas las viñetas dibujadas por Franquin.

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