Mi verdadera historia

Opinión:

Descubrir a estas alturas quién es Juan José Millás es un poco absurdo ya que el escritor valenciano es uno de los mas importantes del panorama literario actual faceta que compagina con sus columnas periodísticas. Este 2017, Juan José Millás ha sorprendido a sus lectores con una novela muy corta que nos narra una historia que no deja a nadie indiferente. La misma se titula "Mi verdadera historia" y acompañando a su prosa están las ilustraciones de Lucas Climent Baró.

Personalmente, Millás siempre me ha gustado mucho. Tiene una forma de escribir y de comunicar que no deja indiferente y ha vuelto a demostrarlo con esta novela. Es muy corta pero intensa. Básicamente, son los recuerdos de un niño. Está narrada en primera persona, se supone que el personaje ya adulto, va recordando lo que sucedió cuando era un adolescente. Un recuerdo bastante fuerte, ya que la acción de tirar una canica desde un puente provoca un grave accidente. Lo que más destaca en él es el sentimiento de culpa que tiene, con razón claro está. Un sentimiento que se calla y va arrastrando hasta que llega un día en el que no puede más y lo confiesa. Una confesión que ya sabía su madre. Pese a la crudeza de su acto, esta amargura que siente provoca empatía en el lector, yo he llegado a sentir lástima por él.

Otro aspecto que me ha gustado ha sido su personalidad. Es un niño al que le gusta mucho escribir y leer. El acto de la lectura lo coge de su padre, de él el mayor recuerdo que tiene es que siempre estaba leyendo. Es un pequeño homenaje a la literatura el que hace Juan José Millás que aporta candidez y dulzura al relato. Me gustan las referencias a libros, a la escritura, a la lectura...  Como es habitual en él, crea personajes que impactan, muy bien perfilados, creíbles.

"Mi verdadera historia" se lee con ganas. La rapidez de la misma no viene dada sólo por su brevedad sino por lo que engancha. Es de esas lecturas que, cuando empiezas, no puedes parar de leer. Te atrapa y es algo que, simplemente, me parece estupendo y un buen síntoma de su calidad. Y todo sin olvidar el tono humorístico e irónico al que nos tiene acostumbrados.

Todo ello hace que sea una lectura más que recomendable. Todo un lujo y un buen ejemplo de la calidad literaria de su autor.

Ysabel M.