melodía inmortal

Opinión:

Después del éxito de la saga “Crepúsculo” ha proliferado, en nuestro país, los libros basados en romances vampíricos con más o menos fortuna.
 
Por el título de la novela que nos atañe y el argumento que nos presenta en la contraportada podríamos pensar que nos encontramos ante otro de esos numerosos libros, pero aunque puedan existir ciertas similitudes nada hay más lejos de la realidad.
 
Como similitudes nos encontramos con protagonistas adolescentes de entre 17 y 18 años y con los típicos triángulos amorosos. A partir de ahí, y aunque en esencia puede que sean parecidos, aparecen las diferencias.
 
La protagonista femenina, Danielle, no es una chica solitaria sino que cuenta con buenos amigos. Vive con su padre. Su madre murió durante el parto y ha heredado de ella una extraña enfermedad relacionada con el corazón, por culpa de la cual sabe que está condenada a morir muy joven. Tal vez por eso su padre le ha educado con mucha libertad.
 
Danielle tiene un amigo, Samuel, que está perdidamente enamorado de ella. A pesar de ser amigos de toda la vida, acaban de quedar en la que parece su primera cita. Pero entonces todo se estropea, ya que Oliver vuelve a aparecer en escena.
 
Oliver es un joven estudiante que durante dos años ha evitado e ignorado a Danielle e incluso se ha liado con una de sus amigas, Theresa, separándola del grupo.
 
Pero no sólo Oliver llega con fuerza a la vida de Danielle. Con él también irrumpirán Rachel, una joven gótica estudiante de arte, Gabriel, el  tutor de Oliver y “Fausto”. Sí, el “Fausto” de Goethe, pero con una perspectiva diferente.
 
Mefisto sigue buscando almas para aumentar su cuenta y cree haber encontrado el alma perfecta para poder ascender en la escala del poder del mal. Esta eterna lucha del bien y del mal nos deparará grandes sorpresas.
 
En esta ocasión los vampiros son sustituídos por almas vendidas al diablo, por seres que viven a través del paso de los siglos, pero que tienen un punto de originalidad con respecto a otros libros de este género.
 
La lectura es muy ágil y fluida. Se lee casi de un tirón.
 
A la hora de hacer una opinión correcta de la novela hay que tener en cuenta a qué tipo de público en general va destinada. Se trata de una novela de tipo juvenil, lo que nos indica que el lenguaje no va a ser muy complicado y que lo que pretende, fundamentalmente, es enganchar a ese tipo de lectores. Teniendo eso en cuenta, podemos decir que la novela gozará de fieles seguidores y que, a pesar de los parecidos con otros libros similares, aporta un punto de originalidad. 
  
Mila L. Castelo