Me gustan los globos

Opinión:

Esta es una maravillosa, a la par que triste, historia sobre el Alzheimer enfocado a que los niños entiendan perfectamente qué supone esa enfermedad, por qué los ancianos actúan como actúan -a veces como niños, a veces como si te acabaran de conocer, a veces como si se asustaran al verte-…

El Alzheimer es muy cruel con quienes lo sufren, pero también con quienes lo viven alrededor, las personas que cuidan a los enfermos. También esto se muestra, no obstante Antonio, a quien en las ilustraciones lo vemos como un abuelito (a Lola la vemos como una niña, que es como se ve ella), es generoso con su tiempo y con su paciencia, porque quiere a su mujer aunque ésta haya perdido la memoria hasta el punto de llegar a asustarse algún día cuando lo ve porque es para Lola un desconocido-. Antonio la mima, la protege, se ocupa de ella constantemente, la tranquiliza… Y si alguna vez ella recuerda su nombre espontáneamente, él se emociona también.

Es, por tanto, un cuento corto que explica a la perfección todo lo que supone el Alzheimer. Los niños lo entenderán perfectamente, y si tienen en su casa a algún abuelo o abuela con esa enfermedad, con este cuento comprenderán mejor por qué se portan de una manera tan extraña a veces.

El miedo a los desconocidos, el miedo a olvidar palabras que estaban seguros de conocerlas, el mido a tener un momento de lucidez y darse cuenta de su enfermedad. "Me gustan los globos" es un álbum ilustrado necesario, así que felicito a la editorial Narval por esta elección, porque el autor ha utilizado también la técnica de aclarar palabras que Lola está olvidando, dándole realismo a la historia.

El autor, Pablo Caracol, utiliza en sus ilustraciones objetos cotidianos en forma de collage (como botones, relojes, reglas…) para reconstruir imágenes.

Imagen de la editorial

Lola tiene un momento de lucidez al escuchar su canción favorita. En ese momento el ilustrador la dibuja anciana y ocurre un momento muy emotivo.

Desde luego lo recomiendo por encima de muchos relatos porque además de ser un cuento, es muy útil, y está bien -muy bien- que los niños comprendan cosas como el Alzheimer.

Anika Lillo