más confesiones de mina hamilton smith

Opinión:

En esta continuación de “Ser yo es un asco”, Mina ya ha dejado de ser una humana más para convertirse en vampiro como sus padres y su tío. La autora, Kimberly Pauley, utilizando como recurso narrativo un diario, el de Mina, va exponiendo en primera persona todas las aventuras, tanto divertidas como inciertas, a las que se deberá de enfrentar Mina.

Gracias a las anotaciones de la protagonista descubrimos que Mina no es ningún ser amargado, huraño u oscuro. Es una chica normal de dieciséis años, inteligente y con gran sentido del humor, con las vivencias propias de alguien que, como ella, se vea obligado a separarse de su mejor amiga y de su novio. Alguien que tenga que adaptarse a un nuevo instituto con reglas desconocidas, a nuevos compañeros y a vecinos muy curiosos y entrometidos.

Mina se desespera porque no sabe nada de su novio, George, mientras que un nuevo compañero del instituto, también vampiro, Cameron empieza a atraerla. Se preocupa porque su amiga Serena es perseguida por una especie de psicópata obsesionada con convertirse en una no-muerta. Tiene que asistir a clases para aprender a controlar y utilizar sus poderes. Y no sólo eso, también se enfrenta con rebeldía juvenil a las reglas impuestas por un Consejo de Vampiros muy pasado de moda, bordeando el peligro en muchas ocasiones. Además Mina descubre que ser vampiro no era tan “guay” como parecía…

La novela está escrita de forma desenfadada, con un lenguaje claro y sencillo, dirigido al público potencial que mayoritariamente se verá atraído por ella, los adolescentes. Contiene todos los ingredientes para entretener y enganchar, historia de amor, aventuras, suspense y mucho humor. Son especialmente divertidas sus anotaciones sobre vampiros que encabezan cada capítulo, en las que muestra las dos caras de una misma moneda, el mito y la realidad, como que los vampiros sólo se alimentan de carne cruda y sangre y da como respuesta real que por qué iban a hacerlo existiendo el chocolate. Es de agradecer que la autora se aleje, y yo diría, que casi describa un ambiente totalmente opuesto, de las novelas más vendidas en la actualidad sobre vampiros y adolescencia, llenas de oscuridad, que transcurren en un mundo gótico y terrible en muchos casos, donde la tristeza transciende todos los acontecimientos que nos muestran.

En realidad, aunque la vida de Mina siga siendo un asco para ella, el lector siente la tentación de poder convertirse en vampiro y gozar de sus privilegios, tal vez no este tan mal eso de ser vampiro…

Podría resumir este diario de Mina Smith recomendando la novela, no sólo a un público juvenil que, evidentemente, disfrutará mucho de su lectura, sino también a adultos que quieran pasar un rato agradable en compañía de una narración con más ironía y diversión de la que se esperaría de las palabras que resumen en la contraportada el tema del libro.

Julia Martínez