Más allá del invierno
Título: Más allá del invierno
Título Original: (Más allá del invierno, 2017)
Autor: Isabel Allende
Editorial:
Plaza & Janés
Colección: Éxitos
Copyright:
© Isabel Allende, 2017
© Penguin Random House Grupo Editorial, S.A.U., 2017
Edición: 1ª Edición: Junio 2017ISBN: 9788401019760
Tapa: Dura
Etiquetas: adicciones drogas alcohol amistad amor crimen organizado delincuencia enfermedades mentales inmigración intriga literatura chilena novela realismo mágico tercera edad violencia de género cáncer solidaridad paternidad depresión bandas callejeras infidelidades maternidad crimen inmigrantes ilegales pandilleros condición humana fraternidades
Nº de páginas: 352
Argumento:
Una terrible tormenta de nieve une a Evelyn (una joven guatemalteca que vive ilegalmente en Estados Unidos), Lucía (una madura chilena de armas tomar) y a Richard (un profesor universitario encerrado en sí mismo y sus costumbres). A raíz de ese encuentro, que les llevará a vivir una dramática aventura, descubrirán el poder del amor, de la amistad y de la fraternidad.
Opinión:
Desde que la descubrí en mi juventud, Isabel Allende siempre fue una de mis escritoras favoritas. Me gustaba su manera fluida de narrar, las historias que tramaba y los temas sobre los que me hacía reflexionar. Sin embargo, hacía ya varios años (diría que incluso una década) que no leía nada suyo en parte porque su faceta juvenil no me interesaba, en parte por ciertos comentarios negativos que leí de algunas de sus últimas obras e incluso alguna entrevista que empezaron a generar en mí ciertos prejuicios (ahora veo que tontos). Porque leer "Más allá del invierno" ha supuesto reencontrarme con la Isabel Allende que yo conocía, la que tanto me gustaba, la que he estado echando de menos.
En esta última novela de Allende he encontrado muchos de los aspectos que me gustaban (y me siguen gustando) de ella pero también otros novedosos que, en este caso, también me han conquistado. Entre los primeros, los elementos en los que creo que la narrativa de la autora chilena no ha variado (al menos, sustancialmente), están su capacidad para armar tramas (aunque la de esta novela tampoco es muy complicada; pero tiene un sello inconfundible en la manera de ir trenzando el presente de los personajes principales y lo que les está pasando con su bagaje como personas y toda su historia anterior); el toque de realismo mágico que sigue conservando; los personajes que es capaz de configurar (tan humanos, tan plenos, con los que es tan fácil empatizar) y el fondo humano (no sé si habría que decir solidario, empático, de confraternización entre las personas) que siempre dota a sus obras.
Entre los aspectos nuevos, me quedo, sobre todo, con los temas. Allende me tenía acostumbrada o a los temas históricos o a los temas relacionados con Hispanoamérica y con cierto tono político, además de las trayectorias vitales de sus personajes, sus cuitas y sus amores. Aquí también aparecen pero solo por lo que nos hace saber de los personajes. El escenario es, en este caso, Estados Unidos, lo que permite hablar de cuestiones que me han resultado muy muy interesantes, como la inmigración o determinadas políticas que se están llevando a cabo.
Pero lo más novedoso, al menos para mí, han sido la edad o el momento de vida en el que conocemos a dos de los tres personajes principales: dos adultos sexagenarios que tiene mucho que contar. Ambos (como también le ocurre a Evelyn, la joven del grupo, aunque por motivos diferentes) están solos: uno por elección y la otra porque no le queda más remedio. Los dos podrían estar en ese invierno metafórico con el que algunos hablan de la última etapa de la vida (estación con la que se juega tanto en el título como en la ambientación temporal de la obra) pero la aventura que correrán juntos les recordará que el verano sigue vivo en sus corazones. Y eso me ha encantado: el pensar que la edad es solo un número y que sí, hay situaciones que son diferentes a la juventud, pero que, en el fondo, lo importante es lo que hacemos (y lo que hemos hecho) con los años vividos y los que nos quedan por delante.
En este sentido, creo que Isabel Allende enfrenta muy bien los dos caracteres casi opuestos de Richard y de Lucía y nos hace ver que cada cual tiene sus razones para haber invertido los años de vida como lo han hecho, aunque (qué quieres que diga) la historia de Richard me parece terrorífica y me ha generado mucho mucho dolor y mucha empatía hacia él. Lucía también lo ha hecho pero por otros motivos: porque es una mujer valiente, activa, que sigue buscando y curioseando y que no se ha rendido (ni se rendirá jamás) ni a la edad ni a los avatares de la vida.
Así pues, la edad y sus inconveniencias, la amistad, la confraternización y las heridas que cada cuerpo soporta son otros de los temas interesantes que toca Allende en la novela, así como la violencia de género, la delincuencia, el espíritu de aventura, la enfermedad mental, la paternidad y la maternidad o la solidaridad entre los seres humanos.
El toque de intriga (la novela no llega a ser policíaca pero sí tiene su puntito negro y de misterio) le sienta muy bien a una historia que, en el fondo, nos habla de la condición humana y de no rendirnos, de no dejar que las nieves del invierno sepulten el calor que llevamos dentro.
En definitiva, he disfrutado mucho con este reencuentro mío con la autora y no puedo dejar de recomendar esta novela tan llena y tan humana.
Lidia Casado
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Comentario de los lectores:
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