Mallorca, abierto todo el año

Opinión:

Xavier Moret es un periodista y escritor nacido en Barcelona en 1952. Su primera novela, "El americano que amaba a Moby Dick", la escribió con 30 años. Aunque su especialidad son los reportajes y libros de viajes. Ha escrito sobre Japón, América, la Antártida, Groendandia, Grecia, Armenia, África o China. Su último libro, "Mallorca, abierto todo el año", es su último libro. Está trabajado, vivido y bien documentado.

Está dividido en cinco partes y, a su vez, en 34 capítulos, en los cuales su autor nos detalla a la perfección cada uno de los rincones de la tierra mallorquina, todo visto con una mirada lúcida y penetrante, explicado con la palabra justa y un magnífico equilibrio. Muestra una tierra repleta de datos históricos, curiosidades, anécdotas y dichos populares.

Hay un elemento en común que se presenta durante todos los capítulos del libro y es el problema del turismo de masas, que no sólo se concentra en la costa, sino que ha llegado también al interior y, aunque a nivel económico es importante para la isla, no lo es tanto para su producción tradicional.

Al finalizar cada capítulo el autor plasma una receta típica de Mallorca, como pueden ser sus riquísimas ensaimadas, su famosa sobrasada o sus caracoles con alioli, ya que la isla ofrece una amplia oferta gastronómica, con producto cercano propio de allí, tanto del mar como del interior.

La primera parte del libro la dedica a El Pla de Mallorca. En él aprenderemos a deleitarnos con sus almendros en flor y con sus viñedos. Moret hablará con su amigo, Pep Mulet, quien lo acompañará durante parte de su viaje. Disfrutaremos con leyendas, mitos, cantos tradicionales, fiestas y danzas y nos adentraremos en las posesiones, que es cómo se denomina a las grandes casas señoriales de Mallorca, con grandes jardines, campos de cultivo, aljibes, acequias e inmensos árboles.

En la parte segunda del libro nos lleva hasta Palma, donde encontramos su espléndida catedral, ordenada construir por Jaime I cuando conquistó la ciudad en 1229, siendo, sin embargo, su consagración en 1601. Allí se encontrará con Pedro de Montaner, un noble historiador que le enseña su casa, Can Vivot, de origen medieval y repleta de antiguos libros y pinturas que datan, algunas de ellas, del siglo XV. Nos enseñará la importancia de la religión en la isla y nos transportará a la época de la Inquisición.

En el siguiente capítulo viajamos a la Sierra de Tramuntana, que dispone de un parque natural fantástico, la Isla de Sa Dragonera, situada en la cara noroeste de Mallorca y que fue refugio de piratas entre los siglos XIV y XVIII.

Pasamos al cuarto capítulo y nos vamos a la costa nordeste, hasta Pollença y su puerto, Alcúdia, S´Albufera, Artà y San Salvador, y lo culmina visitando a Miquel Barceló, famoso pintor expresionista nacido en Felanich en 1957.

Y ya para finalizar el libro, Moret dedica su quinto capítulo a la costa de Llevant, en la parte este de la isla. En él nos cuenta que hay demasiadas construcciones, la mayoría de ellas propiedad de los alemanes, y que ha ido perdiendo con el paso del tiempo. Pero, aparte de eso, hay sitios tan espectaculares que no pueden pasar desapercibidos, como las Cuevas del Drach, las más famosas de las islas, parada obligatoria si se viaja a Mallorca, o sus calas de aguas cristalinas.

Éste es tan solo un brevísimo resumen del libro. Para empaparse bien de lo que es la isla de Mallorca es necesario leérselo; nos engancharán sus diálogos, la sinceridad de sus gentes, su historia y sus leyendas. No es oro todo lo que reluce y, a su vez, denuncia sin tapujos el problema del turismo de borrachera, como el que se produce en Magaluf.

Recomiendo su lectura, especialmente si se va a viajar a la isla, ya que da una extensa información y consejos para disfrutar de ella y de todo lo bueno que nos ofrece.

Judith L.