Madrid prisión

Opinión:

"Madrid prisión" muestra un mundo extenuado, destruido por una humanidad que olvidó sus mejores deseos tiempo atrás. Para muchos de los personajes de esta novela sólo les queda malvivir entre los restos de lo que antaño fue una metrópoli, acuciados por el hambre, corroídos por una pertinaz lluvia ácida, acosados por una desesperanza total, para la que hay pocas salidas, si no es el suicidio, también vale meterse en una pelea que, con un poco de suerte, acabará con la propia muerte, un liberador mutis por el foro. Mientras tanto, no hay otra que apechugar con lo que hay.

También hay privilegiados, esos que son poco más que una mención en esta historia, que viven dentro de una prisión fortificada que les protege de un exterior de caos, destrucción, enfermedades y muerte. Se han encerrado dentro para seguir siendo la élite que siempre han sido, los poderosos, los que hacen y deshacen a su antojo y conveniencia.

Esta es la historia de uno de los marginados, de alguien que todavía recuerda como fue el holocausto perpetrado contra toda una gente que acabó masacrada, de alguien que sobrevive recitando poemas en un garito de extramuros, mientras soporta una esquizofrenia en la forma de una voz interior que le recita párrafos enteros de una novela que se le quedó incrustada en su mente.

Poeta es el protagonista, así se hace llamar, un nombre escogido por él mismo, igual que han hecho otros, que se han buscado un apelativo con el que sientan identificados en ese lugar, extramuros de Madrid, donde los nombres y los apellidos dejaron de existir cuando todo acabó destruido.

Un protagonista que se busca la vida como puede y cuenta la historia en primera persona, con una narración tan intensa como desencantada, mientras va dando tumbos por ese Canillejas postapocalíptico, preguntando aquí y allí, intentando resolver ese asunto que le han encargado, pero que cada vez se vuelve más peligroso.

Ente medio, las citas literarias de esa novela incrustada y los comentarios sobre otros títulos, mayormente de género negro, bailan en su esquizofrénica mente como si fuesen el remedio para la soledad y el hastío de una vida que ya se le antoja demasiado larga.

La novela, en cambio, se hace corta, con una ávida lectura espoleada por una historia descarnada, cruel en muchas ocasiones, que deja poso en el alma y que te ofrece la grata sorpresa de haberte topado con una gran novela.

Selin