Madrid nos mata. Saga Brigada de los Apóstoles 2

Opinión:

"Madrid nos mata" es la segunda entrega de la saga "Brigada de los Apóstoles", cuyos personajes fueron presentados en la primera, "Los que merecen morir", donde conseguían resolver un enrevesado caso a pesar de sus excentricidades, o gracias a ellas, que también se podría decir así, porque sus diversas habilidades dan forma a un equipo un tanto desequilibrado pero eficaz.

Vaya por delante que, si se empieza la saga en esta entrega, podría pasar que el lector se sienta algo confundido ante algunas informaciones o circunstancias. No es que llegue a estar perdido, puesto que hay explicaciones que permiten situarse en el entorno, pero faltaría algo de conocimiento de primera mano sobre lo que ocurrió antes y los peculiares comportamientos de algunos integrantes de la brigada.

Mencioné en la reseña anterior que me sorprendió un detalle del estilo de Carlos Salem; al menos ahora ya me lo esperaba, aun así, ha habido algún momento que no sabía lo que estaba pasando en verdad, claro que también supongo que esa era ahí la intención del autor, de despistar un poco para no desvelar antes de tiempo la realidad de lo sucedido. De lo que trata ese detalle es el cambio de foco de la acción de un personaje a otro, sin que se advierta ningún tipo de separación entre una frase y la siguiente. Y no es que sea un sencillo cambio de perspectiva en una escena con ambos personajes juntos, sino que el salto entre esos personajes se produce mientras están en diferentes lugares, sin ningún contacto entre ellos.

Sí que he observado un cambio en el desarrollo de la trama. Antes tenía la sensación de que la presencia de Severo Justo se imponía la mayor parte del tiempo, aunque varios de los otros personajes también tenían su espacio propio, mientras que ahora la novela me ha dado la sensación de que se ha convertido en coral, dado que hay muchas escenas que se centran en las acciones propias de alguno de los personajes, quedando el comisario general un tanto al margen del avance de las investigaciones, que también está ocupado en sus propios asuntos, aunque mantenga su propósito de suicidarse en algún momento, aunque eso es algo que, según vayan las cosas, podrá esperar un tiempo, si aún le queda lo más importante pendiente.

Así es que se reparten parte de la trama el resto de integrantes de la Brigada de los Apóstoles, tales como la psiquiatra Dalia Ferro, que ha recuperado a Olga, que fue el amor de su vida, pero ahora no sabe a qué carta quedarse, y hay veces que hasta sus voces están de acuerdo con ella y sus ocurrencias; por su parte, el forense Caronte García hay veces que está de tertulia con sus muertos, como hacía antes, pero otras sólo hay silencio, sin que le hablen como antes, lo que dificulta avanzar en la investigación; también va por sus fueros la hacker del grupo, la octogenaria Dolores, que se multiplica en sus actividades y tanto tiene a seis ordenadores a plena potencia en busca de pistas, como se dedica a mejorar las relaciones personales dentro del grupo.

Como es habitual en muchas novelas de género negro, anda por ahí también el asesino en serie, que en sus apariciones da la impresión de que sea un devoto iluminado, por eso de sus ofrendas rituales de sacrificio, que van formando un reguero de muertes cada vez más nutrido.

"Madrid nos mata" se presenta como una novela de género negro consistente, aunque mejor que se haya leído antes la entrega anterior para sacarle todo el jugo, donde los asesinatos descubren también un trasfondo de especulación inmobiliaria, corrupción empresarial y política, en un barrio que se acaba convirtiendo en un polvorín con demasiadas mechas encendidas.

Selin