Madrid. La novela
Título: Madrid. La novela
Título Original: (Madrid. La novela, 2016)
Autor: Antonio Gómez Rufo
Editorial:
Ediciones B
Colección: B Histórica
Copyright:
© Antonio Gómez Rufo, 2016
© Ediciones B, S.A., 2016
Edición: 1ª Edición: Marzo 2016ISBN: 9788466655750
Tapa: Dura
Etiquetas: arquitectura ficción histórica fiestas Historia leyendas literatura española Madrid novela reyes sagas familiares reyes de España madrileños alcaldes desarrollo urbanístico historia de Madrid
Nº de páginas: 944
Argumento:
La labor de condensar Madrid en una sola novela supone una tarea complicada. Por cada episodio, leyenda o recuerdo, bien merece la pena escribir otra, profundizar en el tema y seguir descubriendo una ciudad donde cada piedra nos cuenta una historia. Y eso lo consigue Antonio Gómez Rufo, pues a cada página el lector recuerda y toma nota de nuevas aventuras en las que diseccionar Madrid y, lo más importante, comprenderla.
A través de la cronología de la saga de tres familias, los Tarazona, los Vázquez y los Posada, y durante un periodo que abarca algo más de cuatrocientos cincuenta años, recorremos las calles de una urbe pequeña y construida sin gobierno por la continua inmigración de gentes venidas de todos los rincones del territorio español.
La urbanización, de la que fuera la capital del mundo, hubo de planificarse durante siglos y todavía sigue siendo motivo de preocupación. Dotarla de grandes avenidas, monumentos que la adornasen, grandes jardines, teatros, fuentes..., un legado arquitectónico que, con el paso del tiempo, mezcla los estilos compitiendo entre ellos por su belleza y originalidad. Admirándolos, recurrimos a la historia que con ellos se nos cuenta.
Opinión:
Un protagonista, Madrid, y muchos personajes, los madrileños, cualquiera que fuere su lugar de nacimiento; según reza en la dedicatoria del autor y que supone toda una declaración de intenciones. A lo largo de sus páginas queda patente el hecho de que así nos consideramos todos los que en algún momento de nuestras vidas hemos pasado por Madrid, una ciudad que no sólo acoge sino de la que te sientes parte. Siendo Madrid su personaje principal, el documento histórico se centra en su nacimiento, progreso y transformación; en sus gentes, que siempre compusieron un gran cosmos de provincias, nacionalidades y culturas; y en todas esas curiosidades y leyendas que la hacen misteriosa, y por la que se la considera amable y hospitalaria. Una ciudad mágica para pasear descubriendo en cada esquina un nuevo hilo desde donde recrear una historia, pues la ciudad entera alberga cientos de sensaciones que se respiran con el paso de los siglos.
Aunque no es una historia de personajes, los hay, y ellos son los encargados de narrar los acontecimientos de su rutina diaria, desde los reyes que pasaron sin hacer ruido a las grandes celebraciones que tuvieron a la "Puerta de la Peste de la calle de Alcalá" como protagonista; políticos, actores, literatos, pintores..., grandes ilustres caídos en el olvido como Lope de Vega, Cervantes, Velázquez, Goya o Calderón de la Barca, a los que no se les brindó su merecido homenaje cuando les tocaba; o las noticias que se expandían desde los mentideros hasta las casas más humildes, siendo muchas veces una fuente de información por la que los madrileños supieron estar alerta ante invasores, prestos a auxiliar ante un fuego, una epidemia o un atentado; o preparados para encabezar muchos de los motines con los que consiguieron hacer oír sus reivindicaciones, como el de Esquilache, el de los Gatos o el de las cigarreras.
Alonso, Guzmán, Juan y María, inician, a su entrada en Madrid en 1565, la saga de tres familias que irán, desde sus comienzos como cómicos, asentándose y convirtiéndose en prósperos ciudadanos que dejarán huella con el paso de generaciones venideras. Hombres y mujeres que supieron adaptarse a una ciudad en continuo crecimiento, tanto arquitectónico como de población. Si bien, los personajes ficticios que componen esta saga no desarrollan una trama, consiguen con sus inquietudes ir marcando el ritmo de la novela para que el autor ponga en boca de otros las narraciones que explican cada pregunta que ellos se hacen y que seguramente más de uno nos hemos hecho alguna vez: ¿por qué a los madrileños se les llama gatos?, ¿quién fundó Madrid y cuándo? o ¿de dónde viene su nombre?
Tras la profesión de cómicos de los protagonistas es natural el recorrido que se hace de la creación y cambios en los teatros que fueron erigiendo a lo largo de la historia, desde las corralas donde ver una de las representaciones de las obras de Lope de Vega hasta el Auditorio de la Música o el Rockodromo, sin olvidarnos de cuantos teatros se fueron construyendo con la particularidad de que en cada uno de ellos se representaba el género al que hacía mención su nombre: Teatro Apolo, Teatro Price, Teatro de la Zarzuela... Teatros que hicieron posible la frase de "Mucha mierda", pues a más afluencia de caballos a la entrada mayor era el beneficio y el éxito de la función.
La música acompaña a Madrid desde su pronunciación, ese sonido con un toque "desafiante y chulesco" invento de la zarzuela; y sabor a sainete, a tonadilla, a género chico, a chotis; abierto siempre a la conquista de nuevas tendencias, como luego ocurrió con el pop o el rock; como tampoco faltan los toros y el fútbol, dos pasiones muy arraigadas.
Los progresos de aquellas familias que llegaron a Madrid son un buen ejemplo de lo que a muchas otras les sucedió en la Villa y Corte, multitud de artesanos y gentes de oficio que se hicieron un hueco en la economía de una ciudad que supieron explotar y abastecer con cuanto los visitantes y nuevos pobladores demandaban. De esta forma es natural que muchos se convirtiesen en comerciantes que con buen ojo supieron crear hosterías, casas de huéspedes y pensiones, en las que estaba prohibido dar de comer pero donde supieron una vez más ingeniárselas para ofrecer todo tipo de servicios. Así figura una de las más emblemáticas "La Posada del Peine", conocida por tener un peine en cada habitación para uso del nuevo viajero. Luego llegarían los bares y restaurantes que adquirieron fama y reconocimiento, como Casa Botín, Lhardy o el Café Gijón.
Otra de los empleos más cotizados han sido siempre los que tuvieron que ver con la administración pública, y aquí el autor dibuja todos los perfiles que tanto su imaginación como el conocimiento popular dan de sí, exponiendo las funciones y logros que una serie de hombres desempeñaron desde los Concejos para beneficio de una ciudad tan necesitada de orden y reglamentos que la transformasen; pues hay que hacer hincapié en que Madrid siempre fue un caos, un "Madrid me mata" como se reflejaba en una de tantas revistas de la movida madrileña y creadas bajo el impulso de uno de nuestros mejores alcaldes, don Enrique Tierno Galván; con el permiso de Carlos III, posiblemente el mayor reformador de la Villa. Servicios de policía, bomberos o basuras, que ahora nos parecen tan normales nacieron para satisfacer las necesidades y quejas de una ciudad en la que también se implantó el catastro como medida recaudatoria o se crearon los famosos serenos que nos acompañaron hasta finales de los años setenta.
El Retiro o los mentideros son espacios que también se incluyen en esta crónica, como también lo son sus calles, todas con un significado algunas veces sorprendente pero que en su mayoría encierran el testimonio histórico, el saber popular y esa gracia con la que los madrileños siempre han sugerido nombres y motes para recordarlas. Aquí la curiosidad nos lleva de paseo por el Madrid antiguo y el autor nos regala anécdotas que consiguen sacarnos más de una sonrisa.
El Dos de Mayo y la invasión francesa, o la guerra civil, son otros de los episodios en los que Antonio Gómez Rufo se recrea, mostrando con orgullo el carácter de los madrileños, nacidos y de adopción, que pelearon bravamente sin importar el origen de sus antepasados.
El autor no deja a nadie en el tintero, reyes y gobernantes se empeñaron en sacar lustre a una ciudad para resultar atractiva al ciudadano y al visitante, y para ello contaron con hombres que han pasado a la historia de Madrid por mérito propio, como Sabatini, Ventura Rodríguez, Marqués de Vadillo, el Marqués de Salamanca o Pedro Teixeira, entre otros. Siendo de éste último de quien se acompaña un mapa extensible conocido como el Plano de Teixeira, y que data del año 1656.
El estilo del autor para hablarnos de Madrid es el acertado, pues uno lee y cree estar escuchando con los ojos cerrados, sentado en una de sus calles o al abrigo de sus bares, soñando ese desenlace que no existe pues Madrid nunca se acaba; esperando tener nuevas noticias. Una novela que, por muchos motivos, abrazo para tener muy cerca.
Sigue contándome historias de Madrid, de los madriles y de los madrileños.
Porlomenix
Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com
Comentario de los lectores:
Si te gustó este libro, también te puede interesar...
- Última llamada. Vuelo CWO764 Laura Falcó Lara Edhasa
- Últimas tardes con Teresa Juan Marsé Seix Barral
- La hija de la criada Barbara Mutch Alianza
- La hija de la indiana María Teresa Álvarez La Esfera de los Libros
- La hija olvidada Joanna Goodman Umbriel