Macbeth (The Hogarth Shakespeare)
Título: Macbeth (The Hogarth Shakespeare)
Título Original: (Macbeth, 2018)
Autor: Jo Nesbo
Editorial:
Lumen
Colección: Lumen Narrativa
Copyright:
© 2018, Jo Nesbø
© 2018, Penguin Random House Grupo Editorial, S.A.U.
© 2018, Lotte Katrine Tollefsen, por la traducción
Traducción: Lotte Katrine TollefsenEdición: 1ª Edición: Abril 2018
ISBN: 9788426405043
Tapa: Blanda
Etiquetas: novela género negro thriller policía policiaca corrupción política corrupción policial corrupción drogas narcotráfico ansia de poder abuso de poder asesinatos Shakespeare política tensión persecuciones criminales literatura noruega
Nº de páginas: 640
Argumento:
Si en el Macbeth de Shakespeare éste decide asesinar al
rey Duncan de Escocia y tomar la corona siguiendo el consejo de las
brujas, "las Hermanas Fatídicas", en esta adaptación
ambicionará el mando político y policial de la
ciudad imaginaria de Capitol aconsejado por los dos nuevos
motores de la modernidad: el negocio de los casinos y las
bandas criminales que distribuyen las drogas.
En el cuerpo de policía, un grupo de amigos está deseando cambiar
el rumbo que han tomado las calles, con su unión quieren acabar con
la corrupción y hacer limpieza; pero todo se
complica y, al igual que en la obra original, nada es lo que
parece.
Opinión:
Sin la tregua que nos proporciona un prólogo nos metemos de
lleno en la lectura con el primer crimen sobre la mesa: la muerte
del director de la policía en extrañas circunstancias abre el
camino para que el jefe Duncan salga elegido, siendo su primera
tarea limpiar de corrupción todos los estamentos de la
ciudad, incluidos los políticos. La alcaldía es el
principal centro de poder y desde allí se manejan todos los hilos
que hacen que los habitantes de Capitol se despierten todos los
días con un nuevo crimen, un gran robo o una extorsión.
Duff, al frente de la sección antidroga, y
Macbeth, al mando de la Guardia Real, son las dos
bazas con las que Duncan quiere cumplir todos sus objetivos. Pero
pronto, aquellos en los que más confía se vuelven ambiciosos y
están dispuestos a poner en marcha sus propios planes para llegar a
lo más alto; caiga quien caiga.
Desde el principio de la novela el lector entra en una espiral de
personajes que pugnan por el protagonismo de la misma. Todos y cada
uno de ellos se ven envueltos en intrigas policiales y
políticas que están muy unidas a las bandas
criminales; un caos constante por el que es necesario
estar muy atento para no perderse detalle, conseguir encajar las
piezas del puzzle e identificar el juego que se está desarrollando.
Una labor para la que hay que armarse de paciencia pero que tiene
su premio al final cuando descubrimos todo el engranaje de una
maquinaria perfectamente engrasada.
Las bandas encargadas de la distribución de la droga pugnan entre
sí y mantienen una guerra abierta con la colaboración de algunos
miembros de la policía; si alguno no es corrupto se le encamina o
se le da muerte. Ante esta premisa los capos de la
droga no escatiman en esfuerzos para desestabilizar desde
dentro la partida, cambiando el juego, el tablero, las normas o los
peones.
La amistad de un grupo de policías que quieren cambiar el rumbo de
la ciudad se ve rota por la ambición desmedida de un ser
corrupto, ambicioso, cruel y poseído por las
drogas que le suministran quienes quieren tenerle de su
lado. Para crear más tensión, la dueña de un casino a quien apodan
Lady Macbeth entra en escena reclamando su parte
del pastel. Embrujado por el consumo de drogas, Macbeth accede a
todas sus peticiones sin importarle las futuras
consecuencias.
Macbeth, lady Macbeth, Hekate, Lénnox, MacDuff, Malcolm,
Banquo o las brujas, se convierten en policías o
distribuidoras de droga que cumplen su cometido con sus
predicciones y haciendo prisioneros a los consumidores con su
poción; una droga altamente nociva que hace perder el control a
quien la toma.
La novela, dentro del proyecto Hogarth
Shakespeare por el que se está reinterpretando y adaptando
a nuestros días la obra del dramaturgo inglés, lleva a cabo la
misma trama del original, superándola en tensión
gracias a lo actual de los hechos y al papel que desempeñan sus
personajes. Hablamos no de un thriller policíaco
sino de varios, donde son inevitables las
persecuciones, los asaltos con artillería pesada o
las ejecuciones encubiertas entre los crímenes y de las que se
desconoce el autor.
Una trama con un ritmo trepidante, giros y sorpresas que
contribuyen a devorar sistemáticamente sus páginas y que, una vez
más, hace que me quite el sombrero ante la literatura
escandinava.
"¡Soy eterno! ¡Macbeth es eterno! ¡Marchad vosotros,
mortales sin vida!"
Porlomenix
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