Los privilegios del ángel

Opinión:

Como lectora me gustan los libros que me atrapan y me sorprenden, aquellos en los que los protagonistas me dan la mano en la primera página y ya no me sueltan hasta el final. También me gustan los escritores que lo son, que más allá de contar su historia me hacen disfrutar de cada palabra mientras me llevan por ese mundo, esa ficción que han inventado, quiero creer, para mí. "Los privilegios del ángel"me ha dado todo eso y más y me ha hecho pensar, permitidme que juegue con el título, que es un privilegio que lleguen a mis manos libros como el de Dolores Redondo Meira.

Esta es una obra que sorprende por su madurez al tratarse de una primera novela. Su autora no es una neófita en esto de escribir pero sí en el arte de novelar. Y pese a que se trata de una opera prima, con todo lo que eso representa, hay que agradecer que no incurra en algunos de los vicios más recurrentes de los que suelen adolecer las primeras obras de muchos autores como son el quererlo contar todo de una vez y el engolar la voz para demostrar lo bien que se sabe escribir. La autora nos explica la historia que quiere contar, sin irse por las ramas, y además lo hace de una manera clara y concisa, demostrando lo bien que sabe escribir pero a base de un extenso vocabulario y de su destreza al jugar con las palabras para hacernos ver y sentir.

Con todo ello la lectura se hace fluida. El libro da comienzo con un misterioso capítulo que lleva por título "Segunda muerte de Celeste Martos". Un inicio extraño, casi onírico, y un título que nos da la clave de lo que será el final, aunque de eso uno solo es consciente cuando ha leído el libro. La obra está dividida en cinco capítulos, el que ya hemos mencionado y los llamados El jardín, El lobo, El infierno y Velas. Cada uno de ellos narra una etapa importante y significativa en la vida de la protagonista, un momento que la marcará y que será fundamental para entender la historia. No sobra nada, no hay paja ni material de relleno.

La historia es impactante. Partiendo de la inocente amistad entre dos niñas de apenas cinco años vamos conociendo a una mujer cuya alma atormentada por un duelo no superado causará espejismos en su mente y la llevará por un camino de perdición al que parece abocada. Hay personas tan sensibles que sus almas no son de este mundo, vuelan más allá, como ángeles. El dolor de la pérdida no superada arrastrará a Celeste Martos hacia la autodestrucción.

Impresionante el ejercicio de introspección que nos lleva a hacer la autora para que sintamos toda la crueldad del sufrimiento de la protagonista.

Encomiable también que pese a la dureza de lo narrado siempre haya una tenue brisa que nos lleva hacia la ternura.

Y para aquellos que fueron al colegio en los 70, el segundo capítulo del libro es un sorprendente y encantador viaje en el tiempo.

Algo me dice que volveremos a oír hablar en el futuro de esta escritora.

María Dolores García Pastor