Los peligros de fumar en la cama

Opinión:

"Los peligros de fumar en la cama" recoge once relatos de terror escritos por la joven autora argentina Mariana Enríquez. Antes de enfrentarme a la lectura, las críticas que aparecen en la contraportada de la edición de Anagrama me anunciaron un libro de los que dejan huella y, sinceramente, dispararon mis expectativas con respecto a lo que iba a encontrarme dentro.

Soy consciente del valor promocional de este tipo de citas, pero también es cierto que Anagrama tiene una línea editorial de sobrada y reconocida calidad, por lo que sí, estaba predispuesta a dejarme sorprender por Mariana Enríquez y su reinvención del terror.

Y, ciertamente, creo que ésta es la mejor manera de abordar este conjunto de relatos: desde una mente abierta y dispuesta a leer historias que van más allá del concepto del terror que tenemos en mente y que, además del elemento desasosegante que todas contienen, nos ofrecen una visión muy personal del mundo que rodea a la autora (la Argentina actual). En estos relatos encontramos fantasmas, brujas, espiritismo y todas las obsesiones que se repiten una y otra vez en los cuentos de terror, pero Mariana Enríquez las reinventa, las ajusta a los tiempos que corren y las dota de nuevas e inquietantes consecuencias. Sus relatos resultan tan turbadores porque el terror aparece en lo cotidiano y porque sus personajes se enfrentan a él con una aceptación que descoloca al lector. Leyendo estos relatos en más de una ocasión me he asustado más por la salud mental de los protagonistas que por el hecho "terrorífico" en sí, y considero esto un punto muy destacable en esta colección. Además, la desasosegante inmovilidad de los personajes sirve de unión para todos los relatos y los dota de una coherencia interna que permite al lector reflexionar más allá del mero hecho de horror que está leyendo. Y es que Enríquez nos presenta una sociedad alienada, unos protagonistas un tanto perturbados, carentes de empatía o de lazos emocionales sanos, que vagan por la vida apagados… hasta que se topan con lo imposible.

En este sentido, me ha parecido que el valor de estos cuentos no está tanto en la parte más arquetípicamente terrorífica (que también, ciertamente la autora crea escenas que todavía me persiguen cuando cierro los ojos), sino en la humanidad que convive con ese terror. Lo peor de todo, lo que más asusta es aceptar que Mariana Enríquez no está describiendo una sociedad fantasiosa, sino que realmente sus protagonistas tienen cabida en nuestras ciudades y son, en buena medida, producto del desarrollo de las mismas.

Por otro lado, lo que menos me ha gustado de estos cuentos es que, excepto en unos pocos, por lo general la autora tiende a no acabarlos de manera cerrada y, en algunos casos, me causaba cierta frustración como lectora no conocer algo más del desenlace de los personajes.

De cualquier forma, este es un libro de relatos diferente, que golpea y hace pensar, algo que valoro muy positivamente, en especial por ser estos relatos de terror. A fin de cuentas, ¿no nacieron los relatos góticos también como respuesta a un mundo en el que el ser humano cada vez perdía más protagonismo y se veía perdido en la sociedad industrializada?; ¿acaso no podemos identificarnos actualmente con esa sensación de pérdida?

Una autora a la que seguir la pista.

Ana Vanesa Cremades