Los indómitos de la montaña

Opinión:

Para ponernos en situación hemos de imaginar un espacio de tiempo en que las comunicaciones existentes con los campamentos se basaban en muchas ocasiones en cartas (¿aún las recuerdan?), telégrafos y radios de lo más rudimentario. Teniendo en cuenta que la vida de una persona puede pender de la rapidez con la que llega la petición de auxilio para que se efectúe su rescate, creo que será suficiente explicación. Si comparamos las aventuras y escaladas que se describen en esta obra, debemos tener como referencia los años en que fueron escritas para valorar la importancia dentro de su propio contexto, ya que compararlo con las que se realizan hoy en día no tiene mucho sentido, pues como el mismo Dino Buzzati indicaba, cada vez se pierde más el espíritu real de la montaña y de los montañeros, achacándolo a la aparición del turismo (y esto lo escribía en los años cincuenta). 

En el año 53, y una vez conquistada la cima del mundo (Everest, 8.888m.), divagaba el autor sobre el único lugar que aún no se había explorado, la Luna, y pronosticaba que harían falta decenios o siglos para llegar allí, en caso de que fuera posible. Quién hubiera estado ahí, para ver su cara en el año 69.

La obra hace una división muy correcta por capítulos con títulos como "Hombres", en la que ennumera y describe las personalidades de los personajes más relevantes del alpinismo italiano; "Hazañas", artículos que cubren un amplio espacio de tiempo, desde los años 33 al 66 del siglo pasado y una referencia a los "ochomiles" en el capítulo de "Cimas". Dedica además una amplia sección a la historia de la conquista del K2, describiendo con detalle el modo en que se consiguieron los fondos para realizar la expedición o los permisos por parte de Pakistán en el año 54, y el temor hasta el último momento de ser adelantados por un grupo de americanos que pretendía coronar la montaña objeto de interés desde el año 1901. Cierra el volumen un capítulo dedicado a cuentos de montaña.

Así, con un argumento sencillo se abren en esta obra mil posibilidades de expedición en el más puro sentido literario, que van desde conocer fechas y datos de las primeras expediciones o llegadas a cimas remarcables, para los que gusten de referencias, pasando por diferentes anécdotas, más o menos terribles, de una evidente exposición al peligro, u otras con final feliz, hasta acrecentar nuestro vocabulario en lo referente al alpinismo: ¿ya saben lo que son los crampones, las chimeneas, un extraplomo o un vivac?.  Literatura de montaña, para los amantes de la naturaleza en estado puro, o para que suelten su imaginación aquellos que aún no se han decidido a experimentarlo.

Si ya han pasado cierta edad, no se desanimen, porque como el autor señala, existe cierta paradoja que demuestra que aunque la energía se agota a medida que nos hacemos mayores y el arrojo ya no es el mismo, los ascensos que se realizan son cada vez superiores, ya que al tiempo que se ha progresado técnicamente, lo hemos conseguido a nivel psicológico, habituando a la mente a pensar en modo "todo es posible".

Makechu Antón