Los enamoramientos

Opinión:

Cuando una se acerca a una novela de Javier Marías no puede llamarse a engaños y sabe, de manera bastante aproximada, el tipo de libro que va a encontrarse. Debo decir que a mí no me molestan ni me han molestado nunca la sintaxis ni las recurrencias temáticas características del autor, aunque en ocasiones tanto la una como las otras llegan a resultar excesivas. Lo cierto es que en contraposición a esos rasgos estilísticos, Los enamoramientos  tiene tintes de novela negra y que la intriga que se apodera de la la narradora, observadora externa de la red de relaciones de Miguel, Luisa y Javier, pero a la vez implicada emocionalmente en la trama a causa de su amor no correspondido por el último, contagia fácilmente al lector, logró engancharme a pesar de los largos parlamentos digresivos y las vueltas y revueltas al tema de la memoria y las hipótesis acerca de lo que pudo haber sido y no fue que Marías desarrolla incansable en buena parte de las cuatrocientas páginas de este último libro, galardonado con el Premio Literario 2011. 

El autor elige focalizar la novela en María Dolz, una mujer de treinta y tantos años que trabaja en una editorial madrileña y observa cada día a dos desconocidos en la cafetería donde acostumbra a desayunar. Ellos son Miguel y Luisa, a los que bautiza mentalmente con el sobrenombre de La Pareja Perfecta y admira y envidia en secrto. Sin embargo, la trágica muerte del esposo trunca esa, en apariencia, idílica historia de amor que María atisba desde la barra del bar y propicia que ella entre en contacto con la viuda y el mejor amigo del difunto, Javier, un atractivo soltero del que  se enamora irremediablemente. El pensamiento y la voz de María nos permiten conocer el tiempo previo a su historia con Javier, siempre empañada por la sospecha de que él ama a otra, así como el desenlace de la misma, que se precipita con un descubrimiento casual de cierta información que resulta imposible obviar. De esta manera, por una parte quien nos habla es un personaje involucrado en la trama, pero por otra María es una fabuladora, alguien que intenta reconstruir con los materiales de que dispone a los otros tres protagonistas, ensayando posibilidades, inventando hipótesis acerca de Miguel, Luisa y Javier, juntando las piezas de un rompecabezas que nunca acaba de completarse.  

La propia literatura, representada por obras de Shakespeare, Dumas o Balzac, se revela en este proceso como maestra de vida y de la conducta humana, y personajes como el iracundo rey Lear, la malvada Milady o el desfigurado Coronel Chabert se convierten, a su vez, en alter ego de los protagonistas de Los enamoramientos.  Por último diré que en ocasiones esa indagación de María, todo lo que es capaz de suponer, prever, intuir y adivinar, puede irritar un poco, al igual que la tendencia de Javier al monólogo en voz alta, en ocasiones de tal extensión que llega a restarle verosimilitud narrativa.

Una novela para los fieles de Marías, que son legión, y que a buen seguro impacientará considerablemente a quienes prefieran la acción directa a la introspección y la observación meticulosa de la realidad que le son tan caras al autor.

Patricia Esteban Erlés

Elena Veiga

Lo estoy leyendo en este momento, y como me pasaba con Marías y por eso dejé bastante tiempo sin leer nada de él, a mí se me hacen muy largas las disgresiones y la forma de hablar de los personajes, como bien dice la reseñadora, quita verosimilitud. Por otra parte me resulta interesante lo que cuenta, datos que aporta, siempre con referencias a otros libros o autores, e incluso referencias filólogas, pero para mí debería quitar la mitad de lo que escribe, que lo hace muy bien, sí, pero es demasiado.

Teresa L

Lo apasionante de Marías, para mi gusto, es que es capaz de escribir un tratado de filosofía a partir del hilo argumental de la novela. ¿O quizá es al revés y la novela nace a partir de esos razonamientos filosóficos? La manera en que enlaza la historia con las exposiciones de los pensamientos de personajes y narrador me parece magistral.

Alicia

Pues no puedo estar más de acuerdo con la reseña, es un libro con una trama muy sugerente pero se pierde el autor demasiado en los pensamientos, en lo que podría haber sido, en los monólogos, a veces dentro de un diálogo del que te pierdes debido a las introspecciones de los personajes. Me gustan las referencias literarias, pero no me engancha, lo estoy leyendo a ratos y lo voy intercalando con otras lecturas, aunque ya casi lo he terminado.